Mediante redes sociales, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que “aunque parezca increíble, vamos a inaugurar el año próximo el Tren Maya” ya que es una obra que “no se está haciendo en ningún lugar del mundo en la actualidad”.
Durante la supervisión de la construcción del proyecto, afirmó que la alternativa de un viaducto elevado implementada por la Secretaría de la Defensa Nacional causará un mínimo impacto en ríos subterráneos y cavernas de la zona.
El propósito es no causar daño en lo mínimo al entorno, a la naturaleza, al ambiente.
El mandatario señaló que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) asume el rescate y preservación del patrimonio arqueológico localizado en los mil 550 kilómetros de la ruta.
Además, destacó que la obra estará lista en 2023 “con sus mil 554 kilómetros, con todas las estaciones, paraderos, con toda la infraestructura, incluido el nuevo aeropuerto internacional de Tulum”.
Asimismo, enfatizó que es un orgullo de la ingeniería civil y militar mexicana, “y desde luego que ha significado la participación de servidores públicos, constructoras mexicanas y también extranjeras que están realizando esta magna obra”.
Tramo 6 del Tren Maya sin estudios ambientales
Cabe señalar que el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) habían alertado sobre la aprobación por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sin contar con estudios geológicos y geohidrológicos en la zona de la construcción del Tramo 6.
De acuerdo con los expertos, el tramo 6 que va de Tulum a Chetumal, Quintana Roo, carece de respaldo técnico, ya que es importante detectar la presencia de conductos o cavernas que puedan causar un colapso o asentamientos del terreno.
Sin embargo, ante las declaraciones del CICM, la Semarnat recalcó que el tramo 6 del Tren Maya es viable ambientalmente y cumple con la legislación mexicana, así como los tratados internacionales en la materia.