Por el bien de México, ante el triunfo del Lic. Andrés Manuel López Obrador, se debe de aceptar que la perseverancia pudo más. El hartazgo social se hizo notar en las urnas del pasado 1º de julio. Sin lugar a dudas, la democracia en México se fortaleció al presentar al Lic. López Obrador como virtual ganador. Por su parte, el Presidente Peña Nieto queda como hombre demócrata al aceptar y reconocer el resultado de la jornada electoral. Ganó ganó la voluntad popular.
El presidente electo tendrá que hacer una clara diferenciación en su personalidad como candidato y presidente. Buena parte de la ciudadanía está feliz, hay que decirlo, pero después de este fervor los mexicanos empezarán a demandar soluciones, resultados. Y es aquí donde es preciso aclarar dos de los puntos más importantes en la campaña del actual ganador López Obrador: la nación tiene dos grandes males, uno es la corrupción y el otro la inseguridad; ante esto es preciso ver las propuestas del líder popular.
En cuanto a corrupción, López Obrador ha dicho: “Si el presidente no es corrupto, nadie va a ser corrupto”. Aunque pareciera broma, no lo es. Ésta es en realidad la propuesta del próximo presidente. Es conveniente declarar que pareciera una ingenuidad por parte de López Obrador el pensar que por ser honesto, esto implicaría honestidad por parte de sus colaboradores. Se le olvida al ganador del 1º de julio que ha tenido malas experiencias respecto de la corrupción con sus colaboradores. Él no es corrupto, quizá a nadie le cabe esa duda, ¿pero sus colaboradores? Se necesita ser claros y decir que la corrupción va más allá del político y la política, es cosa de todas y todos; pero ¿cómo acabar con la corrupción?
La inseguridad es un tema a resolver cuya mayor por parte responsabilidad recae en el Estado, con base en el artículo 21 constitucional. Y ante este mal que aqueja a la sociedad, López Obrador propone amnistía, es decir, perdón a los criminales en cierto tipo de delitos. Sin duda, más de uno disentirá. Habrá que ver con detalle a qué se refiere con amnistía y para quién sí aplica.
No hay más que decir. Por el bien de México, se le desea el mayor de los éxitos al Lic. Andrés Manuel López Obrador, esperando que esté en el acierto y no en el error; porque si a López Obrador le va bien a México le irá mejor. Pero no olvidemos sus dos grandes retos: Eliminar la corrupción y disminuir la inseguridad.
David Lorenzo Cayetano
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