Nomofobia: No, no es la fobia a los gnomos. Viene de la expresión inglesa no–mobil-phone phobia= nomofobia.
¿Qué es la nomofobia?
Es cuando mostramos ansiedad al no tener nuestro celular con nosotros.»
Cada vez es más frecuente ver a las personas por las calles absorbidas por completo por este pequeño dispositivo; muchos en redes sociales, viendo portales de internet, escuchando música o realizando algún trabajo.
Cuando descargamos alguna app nos preguntan si permitimos que nos envíen notificaciones y por lo general aceptamos sin pensarlo dos veces; sin saber que esto hará que estemos revisando el celular de una manera reiterativa.
Un estudio reciente mostró que las personas revisamos aproximadamente 150 veces al día nuestro dispositivo móvil.»
No hay duda que hay personas que lo revisan menos o personas que lo revisan más. Esto depende también del uso que se le da, pues muchas personas usan estos dispositivos como herramienta de trabajo. También hay quienes sólo lo usan como medio de comunicación con los demás.
Adictos al «¡cling!«
Estamos acostumbrados a escuchar nuestro celular o sentirlo vibrar para notificarnos sobre alguna aplicación. Estos sonidos y vibraciones con el paso del tiempo van entrenando a nuestros cerebros a hacer una acción inmediata: revisar el celular. Esto es semejante a otras adicciones, pues nuestras neuronas se disparan y se conectan entre ellas provocando un ciclo de felicidad; pero como con cualquier adicción, esa felicidad es momentánea y después tiene efectos secundarios más dañinos.
El libro de Nir Eyal (Hooked) nos dejá en claro cómo se da el proceso de inmersión en este tipo de dispositivos.»
No te arruinaremos la lectura, sólo te comentamos que hay diferentes niveles de inmersión en prácticamente cualquier aplicación. Esto quiere decir que si caemos en el hábito de determinada aplicación, pronto estaremos interrumpiendo actividades reales por atender las «llamadas a la acción.» Por ejemplo, una notificación de un nuevo mensaje, el reto de un jugador, nuevas formas de «obtener más puntos.»
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No nos sorprende ver desde los niños, adolescentes, adultos e incluso adultos mayores con un smartphone entre sus manos, porque la cultura ha cambiado y es algo normal en nuestros días. Esta nueva cultura ha hecho que las nuevas generaciones sean las más conectadas en lo correspondiente a tecnología, pero la más desconectada de la vida inmediata.
La conexión que se desarrolla entre el consumidor y el dispositivo, sí nos da felicidad y satisfacción momentánea, pero posteriormente desarrollamos ansiedad y depresión. Como cualquier adicto a las sustancias recurrimos de nuevo a nuestra fuente de felicidad. Según Nir Eyal, esto ocurre porque generamos hábitos tan fuertes con las aplicaciones y los mismos dispositivos móbiles que, al no tenerlo al alcance, realmente entramos en ansiedad y frustración «si no nos enteramos.»
Repercusiones reales tras la adicción a los dispositivos
¿Nos acabamos nuestro cerebro en el celular? Sí, eso es cierto; según un estudio que se realizó en Seúl, Corea del Norte, hay una correlación entre la densidad de la materia gris del cerebro con el uso excesivo de los celulares. La amígdala, es el principal núcleo de control de las emociones y sentimientos en el cerebro, controlando las respuestas de satisfacción o miedo y se encarga de decirnos «lucha» o «huye».
La amígdala se agranda generando un estado constante de alerta provocando desde insomnio, depresión, estrés y ansiedad.»
Ansiedad, el peor padecimiento
Si ya padeces ansiedad generada por tu dispositivo móvil, te recomendamos que realices algunos ejercicios. Por ejemplo, planear un fin de semana, avisando a las personas que dependan de ti, o de las que tu dependas, que dejarás los aparatos electrónicos apagados. Hay varias técniias que pueden servirte en el trabajo del Dr. Augusto Cury, quién trata a profundidad con ejercicios prácticos cómo disminuir los niveles de ansiedad.
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Actualmente hay apps que están concientes del tiempo que perdemos en los celulares y ayudan a restringir su uso durante el día. Son aplicaciones que aún no han tomado gran importancia entre las personas pues no consideramos que sea un problema latente, pero con el paso del tiempo se espera generar una conciencia entre los usuarios.
Otras posibles soluciones
También ahora hay eventos destinados específicamente a desconectarse del mundo virtual, dejando de lado las tecnologías para disfrutar de la vida real y convivir con la naturaleza. Sin embargo, nosotros pensamos que no hace falta que tomes un «curso para evitar el teléfono.» Lo que realmente se necesita es ser concientes de que el abuso de estar enajenados con estos dispositivos tienen repercusiones reales.
¿Sabías que algunos teléfonos tienen funciones para, al menos, descansar la vista?
Video: Youtube: «App para descansar la vista en tu celular! Nuevo tip (Easy Eyes). Autor: MinaTecno 93
Así que, salvo que realmente padezcas episodios de ansiedad, te recomendamos primero documentarte al respecto. Si padeces sintomas más serios, como son las dermatitis por ansiedad, sensación de depresión o conductas como gastar dinero en juegos y apuestas online, entonces requieres ayuda psicológica oportuna. No pierdes nada y nadie te juzgará, todos tenemos rachas malas.
¿Y tú, eres adicto a la tecnología? ¿cuantas horas al día pasas en tu celular? La mayor pregunta aquí es: ¿quién controla a quién? ¿nosotros a la tecnología o ella a nosotros? Para continuar con la conversación síguenos en @dlpoder en todas las redes sociales, queremos saber qué piensas.
Kiara Flores
@KiaraIsabel98
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