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Mitos y realidades sobre el uso de la Burka

Todos hemos visto imágenes del medio oriente y escuchado hablar de sus tradiciones tan arraigadas a su religión. Algunos con asombro, otros con respeto y muchos otros con recelos observan la forma en la que algunas mujeres visten con prendas que cubren todo su cuerpo y rostro. Como veremos existen diferentes tipos de velos para las mujeres en el mundo musulmán, entre los que más causan dudas están el Niqab y el o la Burka.

A diferencia de lo que la mayoría pudiera creer, estas prendas no son mencionadas en las escrituras que definen a la religión islámica y su origen es mucho más antiguo que el mismo Corán. El o la burka, era usado como artefacto por los pueblos paganos mucho antes de la existencia del islam y se usaba con el fin práctico de protegerse del sol y de las tormentas de arena.

Si bien existen algunos pasajes del Corán que han sido interpretados de tal forma que excusan su existencia, ninguno de ellos es claro en el uso obligatorio de la prenda o esta es siquiera descrita o mencionada como tal, dichos pasajes relativamente alusivos son:

«¡Oh Profeta: Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que saquen su ropa exterior cerca a su alrededor, eso es mejor que sean reconocidas y no molesta. Y Dios es indulgente, suave.»

Corán, sura 33 (Al-Ahzab), versículo 59

«Y di a las mujeres fieles que bajen sus miradas, y guarden sus partes privadas, y no muestren su belleza, excepto lo que se desprende de la misma, y para extender sus tocados (khimars) para cubrir sus pechos (jaybs), y no para mostrar su belleza, excepto a sus maridos, o sus padres, o padres de sus maridos, o sus hijos, o los hijos de sus maridos o sus hermanos, o «hijos, o sus hermanas a sus hermanos los hijos, o sus mujeres, o lo que su regla de la mano derecha (esclavos), o los seguidores de los hombres que no sienten deseo sexual, o los niños pequeños a los que la desnudez de la mujer no es aparente, y no golpear los pies (en el suelo) con el fin de dar a conocer lo que ocultan de sus adornos. Y vuelven en arrepentimiento a Allah juntos, oh fieles, con el fin de que usted tiene éxito»

Corán, sura 24 (An-Nur), versículo 31

Así, el Burka es más una prenda de usos y costumbres de una región y un pueblo especifico que un mandato de alguna religión. Su imposición se puede rastrear a principios del siglo XX en Afganistán durante el mandato del rey Habíbullah Khan, quien impuso el uso de la prenda a las más de 200 mujeres de su harem, para evitar que otros hombres las desearan. De tal forma, el Burka fue extendiendo su dominio sobre las mujeres conforme las tradiciones islámicas se extendían en el medio oriente.

El o la Burka, no es en realidad el velo musulmán más popular. El Burka, de hecho es el velo que menos suele verse en países occidentales, pues es comúnmente de color azul y cubre incluso los ojos con una tela con patrones que permite a la mujer alcanzar a ver un poco. Existen además, el Hiyab y el Chador, que son pañuelos que cubren la cabeza pero no el rostro. El Hiyab es la prenda más común para las mujeres musulmanas; el Chador, se usa principalmente en Irán.

En cambio el Niqab, es la vestimenta negra, que sólo permite a las mujeres tener los ojos al descubierto; esta prenda cubre a la mujer hasta las rodillas y en algunas localidades, también se les obliga a las mujeres a usar guantes. Cada país tiene sus variaciones con respecto a su uso, por ejemplo hay localidades en Marruecos donde a las mujeres se les exige que al usar el Niqab en la calle, tapen

El uso del Burka no es un tema menor, pues ha llegado a países que no pertenecen al mundo del islam, ya sea por migración o por la popularización de las tradiciones de este pueblo. Su uso se ha convertido en un tema político de relevancia. En algunos países europeos se ha llegado a prohibir su uso en lugares públicos, en Italia su uso puede llevar a la cárcel por dos años en algunas regiones bajo el argumento del combate al terrorismo y en 2010 se inició el proceso para prohibirla en todo el país, aludiendo a que su uso es una clara imposición.

En países como Francia y Bélgica su uso está prohibido en cualquier lugar público del país, su uso podría acarrear multas al equivalente a 38,000 dólares o un año de cárcel. Sin embargo, en Francia ha sido tema de debate desde el 2004, uno que hasta hoy en día cuestiona la libertad de expresar el libre culto, pues, aunque el origen de la prenda no se atribuya a una religión en específico, sí está fuertemente arraigada al islam.

Para la sociedad occidental, el uso de este tipo de prendas representa la dominación de un género sobre otro, circunstancia contraria a los valores de libertad que han regido a los países democráticos a partir de la segunda mitad del siglo XX, en el que los derechos de equidad han sido disputados y ganados en distintas luchas sociales. Sin embargo, esto se convierte en una paradoja, pues la prohibición de la prenda significa la restricción de las libertades de aquellas personas que decidan usarlas por cuenta propia.

Mucho se puede pensar sobre este debate, sin embargo, no todos son argumentos sociales o religiosos, pues además de los argumentos de imposición o seguridad se suman los de carácter médico. Distintos estudios han revelado que el uso de esta prenda puede acarrear distintas afectaciones a las personas que la usan, desde deficiencias de la vitamina D debido a la baja exposición de luz solar, lo que puede conducir a la osteoporosis, hasta empeorar o causar problemas de visión, pues el velo dificulta en gran medida este sentido.

Lo que debemos esperar es que este debate siga dando de qué hablar, pues a diferencia de la juventud occidental, la islámica crece en cantidad con el número de nacimientos. Cabe recordar que los países desarrollados europeos, así como los Estados Unidos y Canadá, son los lugares predilectos por los emigrantes de origen árabe. Este no es un tema menor, pues la mayoría, en países democráticos, son quienes proponen y deciden sobre las legislaciones que regirán el mundo de lo social.

La libertad de usar Burka es un claro ejemplo de la disputa entre dos realidades que se confrontan en un mismo espacio y tratar de comprender todas sus aristas nos ayudará a tomar una postura libre de prejuicios. Lo cierto es que en México no existen referentes ni posturas oficiales, sobre este debate. México conoce poco sobre las implicaciones de migraciones provenientes de países de medio oriente, con excepción de las comunidades judía y libanesa; esta última profesa la religión católica, por lo que no obligan a las mujeres a usar tales atuendos.

David Chávez y Gus Pérez

@dlpoder

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