El pasado domingo 17 de Junio se celebró el primer encuentro de la selección mexicana en el Mundial de Rusia 2018, ante Alemania. Ese mismo día, en redes sociales, comenzaron a surgir innumerables notas sobre una supuesta «privatización del agua» que se había aprobado durante los festejos del triunfo de la selección y junto a ellas, una ola de comentarios y acusaciones hacia el gobierno, al fútbol y los medios de comunicación. Las redes sociales se inundaron de memes y los comentarios en internet no se hicieron esperar.
Esas notas fueron desmentidas por investigadores de la Universidad Autónoma de México, así como el sitio Verificado 2018, quienes explican detalladamente lo ocurrido desde el 5 junio, además de un comunicado oficial expedido por la CONAGUA en el que se explica:
«Los diez Decretos de Reserva de agua publicados el pasado 6 de junio en el Diario Oficial de la Federación de ninguna forma otorgan beneficios a ningún particular, por el contrario, permitirán preservar el medio ambiente y garantizar el agua para el consumo humano de 18 millones de habitantes que aún no nacen, en una proyección a 50 años.»
Como se explicita en el documento, los decretos buscan la preservación de ecosistemas que garanticen el vital líquido para las futuras generaciones y no otorgar el preciado recurso a particulares, como el rumor dictaba.
Sin embargo, análisis críticos como el del periodista Luis Repper, señalan que esta concesión sí es prácticamente una privatización, pues establece un periodo de 50 años para que los privados puedan explotar el agua de esas «reservas hídricas.» Critíca además que con cuidado, el gobierno federal ha designado como un proceso de conseción en vez de privatización para no contradecir el artículo 27 constitucional que especifíca que el agua al igual que la tierra corresponden a la nación.
Otra crítica que se hace sobre estos decretos, es la posibilidad para que las empresas petroleras realicen «fracking,» que es un mecanismo para extraer petróleo de materiales rocosos del subsuelo. Esta técnica contamina y deja estas áreas prácticamente inútiles para sembrar algo a la postre. Más allá, la organización «Coordinadora Nacional Agua para Todos» señala que los decretos sí abren la posibilidad para que los grandes consorcios lucren, pues participarán para ganar las conseciones; además de que se deja a la sociedad totalmente fuera de las decisiones, atribuyéndole la responsabilidad de este proceso únicamente a la Cominsión Nacional del Agua (CONAGUA).
Diversos actores políticos y activistas piden a la ciudadanía estar pendientes de lo que sigue con estos decretos. Es decir, señalan que es necesario ver ¿Qué requisitos se solicitarán a los participantes de las conseciones? ¿Quiénes son? ¿Si van a generar mecanismos para incluir a la ciudadanía en los proyectos? Y hay que vigilar cómo es el caso de cada una de las cuencas hídricas que se someterán a este proceso.
David Chávez y Gustavo Pérez
dlteam