Sin lugar a dudas las elecciones de este 1 de julio del 2018 han sido y serán difíciles de olvidar, al resultar ganador el Peje a pesar de todo lo que se mostró y demostró, no solamente en su trayectoria política, llena de traiciones y fracasos, sino también en su única experiencia administrativa cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, siendo nada positiva, y sí con una larga estela de corrupción e impunidad.
Pero los resultados en las urnas nos llevan a concluir que el “hartazgo” venció a la RAZÓN. Porque si bien no fue poca la información que se difundió sobre quién será el próximo Presidente de la República, dando cuenta de cómo inició su carrera política, con qué partido lo hizo, porqué abandonó y traicionó a ese partido, a qué nuevo partido se unió, cómo lo utilizó para después abandonarlo también y traicionarlo. Al grado de acusar a su anterior partido de corrupto y llevar a cabo una campaña de desprestigio para quién tres veces lo hizo candidato, una a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, a pesar de que legalmente no podía serlo y dos a la Presidencia de la República, resultando en estas dos últimas derrotado.
Llamando la atención, que si bien en los diferentes medios de comunicación escritos y electrónicos se difundió esa información, en redes sociales fue mucho mayor. Además de los constantes insultos de quienes lo defendían, aún presentándose los hechos acontecidos en los principales temas como: su trayectoria política y su administración de la Ciudad de México.
Y por si todo lo anterior no fuese poco, se le fue sumando cada “personaje” que como dueño y señor de MORENA, los llevaba tanto para hacerlos candidatos a los distintos cargos de elección popular, como a integrarlos a su equipo de campaña y hasta designarlos con mucha anticipación como miembros de su gabinete presidencial.
No había día en que, al conocerse nuevos integrantes de Morena, en contrapeso se difundiera quiénes eran estas personas y en su mayoría, hacer pública la información de lo que esos “personajes” tenían en su historial; muy negro en la mayor parte de ellos.
Involucrados en fraudes, corrupción y hasta relacionados con crímenes y narcotráfico fue la constante que se difundía de quienes se seguían sumando al proyecto presidencial del Peje.
Sin dejar a un lado los “saltimbanquis” que al no cumplirles su capricho en sus partidos, simplemente daban el salto a Morena, sin tener la más mínima congruencia, agradecimiento y lealtad a quien les había dado por años lo que tenían. Haciéndose presente la traición, al anteponer intereses personales a los de una ideología partidista.
Nada de lo anterior fue tomado en cuanta para decidir la elección de este 1 de julio, porque de haberlo razonado, otros serían los resultados.
Si bien llama mucho la atención el número de votos que obtuvo el Peje para ser Presidente, más lo es que el antes famoso “carro completo” que tanto se le criticaba cuando así lo obtenía el PRI, sin olvidar que al suceder un triunfo abrumador en la mayoría de los cargos de elección que se votaba, siempre se afirmaba: “HUBO FRAUDE”. La gran duda es ¿porqué ahora no se denuncia lo mismo y mucho menos escuchamos que habrá impugnaciones, o amenazas de cierre de avenidas, carreteras, toma de casetas, plantones, etc., etc.?
¿Qué sucedió, porqué esa cantidad de votos que demuestra confianza a pesar de todos los antecedentes negativos?
Lo señalo, porque si el hartazgo por el que dicen le dieron su voto a Morena, en general debido sobre todo a la corrupción, y que considero que sí hay muchos casos que así lo muestran; los antecedentes de quienes venían del PRD y de otros partidos inclusive del mismo PRI no son nada positivos. Y mucho menos exentos de lo que criticaron y cuestionaron; entonces ¿porqué darles su confianza y el voto?
Candidatos a puestos de elección popular por Morena, integrantes de su equipo de campaña y de gabinete igual o peor de los que denunciaron, es lo que se mostró y demostró, por ello no entiendo que lógica se utilizó para decidir el voto.
Porque no solamente en estos nuevos partidarios de Morena se mostró a corruptos, delincuentes, sino también gente inexperta para integrar al Gobierno de la Ciudad, los Gobiernos Estatales y Municipales. Congresos Estatales, la Cámara de Diputados, el Senado de la República, donde en los tres últimos, se deciden las leyes que benefician o perjudican a millones de mexicanos.
Y qué decir de quienes serán sus funcionarios en el Gobierno Federal, que si bien no podemos decir que no tengan preparación académica, sí podemos darnos cuenta que los están designando en áreas donde no tienen la preparación y mucho menos la experiencia. Lo cual preocupa mucho, porque no debemos olvidar que Corrupción no es solamente ROBAR, sino DEJAR DE HACER LO QUE SE TIENE BAJO SU RESPONSABILIDAD. Y si no se tiene la capacidad y experiencia para legislar y para ser funcionario, ¿qué pasará con los estados y el país?
Eso es lo que se debió RAZONAR antes de apoyar. Seguro estoy que la alternancia es positiva, pero siempre y cuando sea para avanzar, para cambiar favorablemente. La decisión ya fue tomada, y lo que hoy les comparto estimados lectores es un análisis tratando de entender el porqué de esa decisión.
Concluyo con este texto que me envió mi estimado e inteligente amigo Jorge Ortega quien es un prestigiado abogado: “Resiliencia es la capacidad de persona o grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro”. Que así sea por el bien de nuestro querido México.
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Carlos Aguila Franco
@CarlosAguilaFra
Periodista y analista político desde 1984, egresado de la UNAM. Experto en comunicación social y campañas políticas. Ha colaborado con medios y diarios como el Diario de los Ángeles (EEUU), ABC Radio, Ruiz-Healy Times, entre otros. Funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Conasupo, Segob, PGJDF, DDF, Gobierno del Estado de Sonora, Municipio de Tlalnepantla. Exsecretario técnico de la Comisión de Asuntos Electorales en la LVII Legislatura del Estado de México (2009 a 2012). Autor de los libros: “La realidad de los partidos políticos” (1995), “La ciudad que entró en caos” (1998), “La ciudad de México en caos y desesperanza ¿Un mentiroso a la presidencia?” (2006), “Diez años de caos y corrupción en la CDMX (2008).”
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