Nuevamente AMLO y su partido de familia, Morena, están en el ojo del huracán. Por enésima vez surge el tema de la corrupción en uno de sus integrantes, siendo ahora Layda Sansores, senadora con licencia y candidata de Morena-PT-PES a la alcaldía de Álvaro Obregón, quien ha sido exhibida por haber hecho gastos personales por 700 mil pesos con cargo al Senado de la República. Como era de esperarse no lo acepta, sino que por el contrario asegura que los objetos adquiridos se usaron para la fiesta navideña de trabajadores del órgano legislativo y mejorar las condiciones laborales del personal de resguardo.
La corrupción de algunos de los integrantes de Morena no es nueva, todo parece indicar que es un requisito indispensable poder ser aceptado, dado que finalmente AMLO los baña con agua bendita y les perdona todo lo que hayan hecho, como ser corruptos principalmente.
Layda Sansores San Román, senadora con licencia del Partido del Trabajo, proviene de una familia ligada a la política en el estado de Campeche. Carlos Sansores Pérez, fue gobernador del Estado por el PRI, su madre Elsa María San Román, también fue senadora y candidata a la gubernatura de su estado. Para entender este nuevo caso de corrupción, es importante conocer la trayectoria de a quien mencionan como responsable. Sin olvidar que es hija del priísta Carlos “el Negro” Sansores Pérez, que haciendo honor a su apodo, con un negro historial, refirmando aquello de: “Lo que se Hereda no se Hurta”.
Layda estudió psicología en la UNAM y una maestría por la Universidad de Buenos Aires, aunque jamás ejerció la psicología. Ingresa a la política apoyada por su padre “El Negro” Sansores sumándola a las filas del PRI, teniendo, por obvias razones, una rápida y ascendente carrera. En la década de los noventa fue Diputada, posteriormente Senadora, hasta llegar a ser Secretaria General del CEN del PRI.
Le da por ser “chapulín” en 1996, al negarle la candidatura a gobernadora de Campeche abandona al PRI, y lo traiciona postulándola el PRD como su candidata al gobierno del estado, con un rotundo fracaso, por un amplio margen. Y al igual que AMLO, mantuvo un plantón durante dos meses frente a Palacio Municipal, porque según ella le hicieron fraude en las urnas, sin que tuviera la mínima vergüenza, dado que sólo ganó el 6.8% de los votos.
Tomándole gusto por ser “chapulín” y brincar de partido en partido, hubo un intento de irse al PAN sin concretarlo siendo Presidente de la República Vicente Fox, y prefiriendo sumarse a Convergencia en 2001, afirmando que no se iba al PRD, porque no congeniaba con la dirigente Amalia García. En 2003 fue nuevamente postulada, por Convergencia, obteniendo el tercer lugar. Nombrada luego diputada federal por Convergencia hasta 2009, en el 2012 Senadora por Movimiento Ciudadano. En otro salto, para el 2014, siendo Senadora de Movimiento Ciudadano, “se cambió” a la bancada del PT. Y ahora en este 2018, es candidata a la Alcaldía de Álvaro Obregón por la coalición Morena-PT-PES.
La corrupción que se le denuncia en este 2018, no es nueva, dado que en abril del 2017, se le publicó que al igual que AMLO recibió dinero del ex gobernador priísta de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. De igual manera se dio a conocer, que en Campeche la senadora Layda Sansores San Román formó parte de la red de corrupción del ex gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés y del ex secretario de Gobierno, Wílliam Roberto Sarmiento Urbina.
Así lo dio a conocer, Javier Ernesto López Torres, dirigente juvenil del Comité Directivo Municipal (CDM) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), exigiendo que a Layda Sansores se le investigara por los turbios nexos que tuvo durante la pasada administración estatal y de los privilegios que gozó para determinar a cuenta de qué fueron. Destacó que Layda Sansores durante el sexenio de Ortega Bernés fue una de las beneficiadas económicamente con diversos acuerdos y negocios que hizo a través de Sarmiento Urbina, siguiendo los pasos de López Obrador.
Argumentando que durante el pasado proceso electoral, el ex gobernador financió las campañas de los candidatos de Morena en algunos municipios del Estado con dinero del erario público, como parte del acuerdo con Layda Sansores, por ello lograron tener un gran repunte de votos y que como la actual administración estatal no accedió a sus chantajes, inició una campaña de desprestigio, siendo el principal operador el dirigente estatal de Morena, Manuel Jesús Zavala Salazar criticando su desempeño; lo cual no llevaron a cabo con Ortega Bernés porque era su cómplice. Inclusive después de su autoexilio como embajador de México en Uruguay, guardan silencio.
Esto es parte de la estela de corrupción que se ha denunciado de Layda Sansores. Por ello es importante que se conozca quien fue su padre, aunque por razones de espacio será un resumen solamente: Carlos Sansores Pérez (1919 – 21 de diciembre de 2005) «El Negro». Perteneciente al PRI, entre los cargos que ocupó destacan: diputado federal y senador por su estado, habiendo presidido ambas cámaras, Gobernador de Campeche, director del ISSSTE y presidente nacional del PRI.
Carlos Sansores se inició en la política magisterial, desde donde fue escalando posiciones hasta llegar a ser primero senador por su estado y luego gobernador del mismo entre 1967 y 1973. No terminó su periodo porque seis meses antes fue postulado como candidato a diputado federal, llegando a presidir la Cámara de Diputados en la XLIX Legislatura, su cercanía con el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez, quien lo impulsó para ser designado Presidente Nacional de PRI en 1976 ya bajo el gobierno de José López Portillo. En este cargo era visto como un echeverrista infiltrado en el nuevo gobierno, junto con otros personajes como el secretario de Educación Porfirio Muñoz Ledo o el líder de la Cámara de Diputados Augusto Gómez Villanueva. Todos fueron combatidos por el secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles, lo que le llevó a dejar la presidencia del PRI y pasó a ser Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Carlos Sansores ha sido señalado en varias ocasiones como el padrino de un grupo político en la Península de Yucatán, entre los que llegó a destacar el después poderoso gobernador de Yucatán Víctor Cervera Pacheco. Fueron conocidos sus enfrentamientos mientras fue gobernador de Campeche con el entonces gobernador yucateco Carlos Loret de Mola Mediz.
En diciembre del 2005, la revista Proceso reprodujo el reportaje “La Negra Historia del Negro Sansores”, que había sido publicada en septiembre de 1977, de la cual anexamos parte del reportaje:
“Carlos Sansores Pérez caerá: dejará de ser líder del PRI, ¿por qué caerá?
José Ortiz Avila, general, ex gobernador de Campeche, compadre y ex protector de Sansores Pérez, responde:
Porque Sansores Pérez es un traidor, un desleal, un bandido. Dos veces ha traicionado al PRI; actuó deslealmente con sus amigos –inclusive provocó por órdenes de Luis Echeverría, la caída de Carlos A Madrazo–; se ha enriquecido cometiendo latrocinios y hasta es autor intelectual de un asesinato
Sansores Pérez tenía el encargo de hacer surgir un nuevo maximato en cuya cúspide estaría “El Mesías”, ese señor que dejó el gobierno el año pasado y de cuyo nombre no quiero acordarme (…)
Sansores Pérez no es más que producto del medio corrompido en que se ha desarrollado la política mexicana Sansores Pérez no es una excepción. Excepción sería hablar de un político digno, que ciertamente los ha habido pero no han progresado (…)
Solapado y apoyado por “El Mesías”, Sansores Pérez se convirtió en un todopoderoso, e inclusive llegó a la burla de que pidió licencia como gobernador para que le inventaran el cargo de subsecretario general del partido y lo hicieron diputado por un distrito de la capital de la República, que ni siquiera conocía ni sabía dónde estaba. Y posteriormente lo hicieron líder de la Cámara de Diputados, luego senador y líder del Senado, y finalmente presidente del PRI
En esta parte de la entrevista, Ortiz Avila advierte:
Si Sansores continúa en el PRI, nuestro partido cada día será menos fuerte, porque no lo puede avalar la solvencia moral de una persona que dos veces ha traicionado y que se ha enriquecido con la sangre y el sudor del pueblo. Robar es un delito tipificado por la ley, pero robar desde el poder a un pueblo pobre y desvalido como el de Campeche, es una doble responsabilidad. Desgraciadamente nuestra política es tan corrompida, que a un ladrón, a un homicida, a un traidor, lo llaman “hábil”, “inteligente”.
Para finalizar, vuelvo a insistir en que las acusaciones que se han hecho no solamente en esta ocasión para Layda Sansores con lo que se informa que malverso en el Senado de la República, sino en toda su trayectoria, van acorde con: “Lo que se hereda, no se hurta,” además de que es obvio que aprendió y muy bien de su padre “El Negro” Sansores. Por lo cual pregunto: ¿Estos antecedentes no lo conoce AMLO, o ya la purificó y perdonó?
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Carlos Aguila Franco
@CarlosAguilaFra
Periodista y analista político desde 1984, egresado de la UNAM. Experto en comunicación social y campañas políticas. Ha colaborado con medios y diarios como el Diario de los Ángeles (EEUU), ABC Radio, Ruiz-Healy Times, entre otros. Funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Conasupo, Segob, PGJDF, DDF, Gobierno del Estado de Sonora, Municipio de Tlalnepantla. Exsecretario técnico de la Comisión de Asuntos Electorales en la LVII Legislatura del Estado de México (2009 a 2012). Autor de los libros: “La realidad de los partidos políticos” (1995), “La ciudad que entró en caos” (1998), “La ciudad de México en caos y desesperanza ¿Un mentiroso a la presidencia?” (2006), “Diez años de caos y corrupción en la CDMX (2008).”
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