Columna de opinión sobre los 100 días de AMLO, que trata del contraste entre los avances en el nuevo gobierno y los sucesos recientes en la sociedad mexicana.
100 días son pocos para calificar un proyecto de gobierno dicen unos, para otros son muchos y muchos errores que lo mal califican o lo descalifican, hay mucho debate a favor y en contra, hay desencantados y decepcionados, otros aplauden y muchos son los que esperan recibir el beneficio del bienestar con tarjeta incluida.
La cancelación del NAIM, el desabasto de gasolina (o combate al huachicol como prefiera llamarle), el bloqueo de la CNTE a las vías ferroviarias en Michoacán, el cierre de maquiladoras, el recorte a estancias infantiles, CONACULTA, CONADIS, a programas de salud en el caso de tratamiento de cáncer y VIH, que generaron y aún generan pérdidas multimillonarias son cosas a tomar en cuenta.
Hay un discurso anti corrupción como bandera, aplaudible, pero sin resultados, hay opacidad que también es corrupción, hay mentiras y engaños que son corrupción, hay perdón que no olvido, pero sin castigo, luego entonces hay Impunidad que también es corrupción.
Se habla de igualdad lo cual es plausible, pero su igualdad es hacia la desmovilización económica por la vía del esfuerzo, el trabajo, la empresa o la profesionalización, todos pobres y dogmatizados a través del clientelismo a base de la compra de conciencias por medio de los programas sociales.
Tal vez se pretende borrar todo, para empezar de cero, reconstruir o transformar borrando la historia misma cometiendo y multiplicando los viejos errores del pasado ya tropicalizados, hay un solo dogma y se pretende una sola moral, se pretende erradicar la corrupción y creen lograrlo con borrar la palabra del vocabulario social
¿El moche ahora será bono de fidelidad para comprar la misma impunidad?
Hay un hoyo negro en política que se traga todo y todos impávidos, hay simples escarceos políticos, nadie hace contrapeso o se asume como oposición, les cala el discurso de corruptos de parte de quienes también lo son (para que dar nombres, si todos los saben y los critican bajo la mesa o en simple grilla tuitera) eran cómplices mutuos y unos se dicen santificados o sea hay de corruptos a corruptos, la vieja y nueva escuela.
Hay verborrea sin sentido, arrogancia e ignorancia la cual se basa en la soberbia de haber ganado, como si eso les diera per se el privilegio de ofender, vilipendiar y demostrar estupidez tanto verbal como escrita y hasta en el actuar.
Béisbol y AMLO
Si hablamos en términos béisboleros (por eso de que se pretende sea el deporte nacional) diríamos que hay muchos errores, algunos hits, ellos dirán que jonrones, pelotas suelta y al final de cuentas mucho robo de bases y pocos outs y un solo dueño del bat, las manoplas, el diamante y sus reglas, no hay más, no hay rival o cuando menos no sale al bat.
De palabra todo parece bien, aunque de palabra también se ofende, se señala, difama y hasta se perdona, sí, y todo eso desde una “mañanera” parroquial en vivo y a todo color, hay un Emperador desnudo y súbditos y cortesanos que le aplauden, se pretende borrar la historia misma y hacer la suya propia, él no emula se transmuta, él es Juárez y quien quiera ser, es el Estado mismo o al menos así pretende serlo sin contrapeso u oposición alguna.
Las “benditas redes sociales lo están atropellando con el riesgo de que las redes mismas pasen a ser un paliativo catártico, lo que hará sea una simple oposición virtual que no genera movilidad real, el debate y el combate político se da en la calle, las plazas y la movilización, no a través de un Smartphone.
¿Habrá cosas buenas y positivas?, eso debe de calificarlo la sociedad en todos sus contextos y estratos, aún por aquellos que someten su dignidad por una dádiva sea cual está sea, de entrada, los políticos deben hacer su chamba, los opositores también, después ya puede ser tarde y con mucho daño, y queda una pregunta en el aire… ¿usted lo aprueba o lo reprueba?
- La calificación que le dieron en varios estados ciudadanos que protestaron y marcharon en las plazas por sus errores en estos cien días, hayan sido muchos o pocos simples y sencillamente LO REPROBARON, pasó a ser el primer presidente que obtiene rechazo público a sus cien días de gobierno.
- Tlahuelilpan queda en la conciencia de uno solo, la intocable criminalidad y violencia que parece tener cobijo de un pacto o trato de IMPUNIDAD, también tiene una calificación…
Miguel Ángel Hernández Albarrán