El primer año de la 4T fue turbulento, tuvo muchos problemas por falta de planificación.
Por un lado, el gobierno tuvo momentos de mucha tensión, es normal, es una marca política que nunca había ocupado la silla presidencial.
Aún así, ello no justifica sus errores y la ciudadanía debe estar mucho más atenta para realizar un escrutinio serio, sin dejarse influenciar por las ayudas sociales que puedan recibir.
Los momentos más importantes de este 2019 fueron:
- La explosión de Tlahuelilpan en enero, murieron 137 personas
- La incursión de más de 300 mil inmigrantes a México provenientes de Centroamérica
- La extensión de mandato de Jaime Bonilla en Baja California
- La huída de Ovidio Guzmán, el hijo del Chapo
- El asesinato de la familia LeBarón
- La imposición de Rosario Piedra Ibarra en la CNDH
- El debut y despedida de Evo Morales
- La detención de García Luna por parte de los EEUU
- La renegociación del TMEC, que parece fue desastrosa
- La exoneración de Bartlett por parte de la Función Pública
Los problemas más profundos del nuevo gobierno
Hay otros pendientes para la 4T que no han podido hacer lucir a este gobierno; por ejemplo, no se vendió el avión presidencial y el hecho de que más del 70% de los contratos gubernamentales se hacen por asignación directa, cuando deberían hacerse por concursos de licitación para erradicar la corrupción.
Pero, los dos temas que más han mermado la imagen del actual gobierno son la recesión económica, que se admitió en noviembre con datos del INEGI y el espeluznante promedio de 100 asesinatos violentos por día, que acumula ya más de 34 mil mexicanos que no verán el inicio del 2020.
La oposición sigue en shock, no reacciona
Por otro lado, la oposición no me parece que esté moralmente derrotada como dijo AMLO, más bien está totalmente desorganizada y sigue en shock.
Las marchas que se han realizado por parte de los ciudadanos, no han venido de la mano con respuestas contundentes por parte de los actores políticos de oposición.
El único que ha decidido hacer un frente contra la 4T es Felipe Calderón, a quienes muchos en la oposición descartan como un líder al cual seguir.
No tienen capacidad de respuesta porque se hunden en debates eternos, peléandose por la sobras de sus propios partidos, o por posicionarse como si fueran a ser los líderes de “la oposición” (entre comillas porque en realidad hay muchas oposiciones, pero dispersas).
Siguen sin poder ver más allá de sus pequeños clubes, cuando lo que necesitan es tomar decisiones pragmáticas y ágiles, en vísperas de la creación de alianzas electorales hacia el 2021.
Porque hay que subrayarlo si no van en alianzas, la realidad es que no tienen ninguna posibilidad de competir contra la maquinaria morenista, que aunque su popularidad vaya a la baja, sus lealtades sociales se solidifican con cada ayuda social repartida.
¿Cuál creen que sea la tónica en este 2020? ¿Cambiará el discurso polarizante de la #4T? ¿Cómo le va a ir a la economía mexicana? ¿Bajara la delincuencia? Escribe tus respuestas en los comentarios, nos encantará leerte.
Gus Pérez | gusperez.net
Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Santiago de Compostela. Profesor de la UNAM y la Ibero. Autor de “PAN: Liderazgo en pugna” y “PRD: ¿Ocaso o consolidación?”
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