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Primer año de AMLO, ¿un año más?

Llegó el primero de Diciembre. Se cumplió el primer año de gobierno de Andrés Manuel, lo celebró en grande: con show artístico musical, acarreo, besamanos, loas, muchas loas, una mañanera dominguera en su discurso informe y justificación. Manejó cifras inexactas, medias verdades y lo normal en él, muchas mentiras.

En contraparte, se realizó una marcha ciudadana (con participantes políticos). Exigen corregir el rumbo que lleva el país en lo económico, lo político, la inseguridad y sobretodo en la polarización social que genera el propio López Obrador en el día a día desde su púlpito mañanero.

La cual fue desacreditada por el propio Sr. López, con lo que acepta que dicha marcha más allá de los números de asistencia, si le abolló el ego y le molesto la asistencia y las consignas.

Mexicanos divididos

Hay dos visiones de país, dos calificaciones de ambos eventos, dos Méxicos. El real que percibimos y en el que vive amlo (sí, con minúsculas), su hermosa utopía política. Cual «rey desnudo» alabado por sus cercanos (Monreal, Yeidckol, Delgado y gabinete por mencionar algunos), todos obedecen y actúan en consecuencia, la línea de la revancha, la venganza y la abyección es permanente. Se combate a la corrupción con opacidad (corrupción simplemente corrupción), se evaden respuestas y razonamientos con autoritarismo puro, puro autoritarismo.

Pasó el primer año y no se acabó la violencia. No se acabó con la corrupción, ni con el clientelismo electoral. Crecimiento económico inexistente. No bajó la gasolina. Creció la criminalidad y la opacidad, la «honestidad valiente» se resume en su última frase lapidaria con un 10 por ciento de capacidad y 90 por ciento de honestidad.

Nos demuestra que la corrupción es la marca de la cuatroté, si no tienes capacidad, la ineptitud es garantía laboral. La honestidad se va a la basura cuando aceptas alguna responsabilidad en la que careces de preparación y capacidad, quedando como CORRUPTO.

El recuento

Un año de contradicciones, señalamientos, agresiones y transgresiones a todo aquel que no está de acuerdo con sus ideas y planteamientos.

Su palabra inquisidora ha estigmatizado a todos. Su revanchismo ha lesionado y agredido a ciudadanos que se beneficiaban con políticas públicas que funcionaban (a pesar de las presunciones no comprobadas).

Un año en que los «abrazos, no balazos» son sinónimo de impunidad y permisividad a la delincuencia y al crimen organizado. Esto quedó confirmado con el culiacanazo y la falta de empatía hacia las víctimas de esta criminalidad quedó rubricado con el caso LeBarón.

Ya serán los analistas políticos, los economistas, los politólogos y los propios ciudadanos los que emitan sus opiniones y argumentos.

La realidad sigue atropellando a Andrés Manuel López Obrador y a su cuatroté. No acabó nada desde el primer día de su gobierno, ni los plazos pedidos han dado resultados.

Sigue apostándole a la corta memoria y al engaño de sus ocurrencias distractoras, pasó un año ya y pide más tiempo . La pregunta es si México y los mexicanos estamos dispuestos a ¿UN AÑO MÁS?

Rematando

Es popular, pero no presidente, es popular porque sigue en campaña. Viene el 2021 y la posibilidad de lograr el equilibrio desde el congreso de la Unión, esperemos haya liderazgos políticos emergentes que ayuden eso, de lo contrario, ¡adiós democracia!


Miguel Ángel Hernández Albarrán

Twitter: @miguelanh

Opinador e irreverente de la política
Guerrero y guerrense de corazón

Los comentarios realizados por las plumas invitadas en dlpoder.com reflejan perspectivas y análisis personales. DLpoder es un medio de comunicación democrático en donde todas las perspectivas aportan valor y son respetadas sin discrepancia.

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