La 4T fiel a los viejos usos y costumbres inició con la difusión de los spots previos al primer informe de gobierno.
La «spotiza» ha comenzado y queda claro que es más de lo mismo.
El presidente de México en un episodio de honestidad y sensatez, dijo que ya no iba a responsabilizar a los gobiernos anteriores. Que asumía su responsabilidad gubernamental, pero el eterno candidato arremetió de nueva cuenta contra el pasado.
Nada es su culpa, así le dejaron el país. Como si la inercia no le permitiera actuar como mandatario.
“Yo tengo otros datos”
Los datos duros de la economía no le favorecen. Aunque diga que «vamos requete bien», lo global son «otros datos». Como él dice al tratar de desmentir la realidad que lo atropella.
Prefiere desviar recursos para las naciones expulsoras de migrantes que van rumbo a Estados Unidos y de paso cristalizó el muro que tanto prometió Trump.
Reconoce que la violencia es una asignatura pendiente. Manda mensajes de amnistía e impunidad a criminales. Desdeña las cifras de homicidios y asegura que al menos en la CDMX, los feminicidios van a la baja.
Spots que buscan culpable
Su spot sobre seguridad refleja muchas medias verdades.
Ató las manos y la operatividad al ejército y vemos como día a día se dan humillaciones a las fuerzas armadas.
Las cuales se ven carentes de mandos con dignidad y honor para defender a la tropa.
Le preocupa el rating y la aprobación popular, no la efectividad de gestión. Mucho menos la correcta administración de las políticas públicas.
Canceló programas de salud y bienestar familiar (estancias infantiles, comedores comunitarios, programas de atención a víctimas).
Cada vez que sus encuestas, mediciones o sondeos no le favorecen se saca de la manga una ocurrencia que entretiene al circo de la política. Hay aplausos y hasta una medalla que le levanta el ánimo.
Hay datos y números duros tanto de instancias gubernamentales, internacionales, ONGs, ciudadanos y de especialistas; pero él no oye, no ve, ni escucha y solo su palabra es verdad.
Hablando de moralidad
Habla de moralidad desde la inmoralidad misma. Hay referencias palpables de sus equivocaciones, su gabinete es reducido a su totalitarismo, se han mimetizado en el discurso, en el decir y el hacer, han perdido identidad y dignidad.
Se habla del combate a la corrupción desde la corrupción misma, hay omisión y comisión, el amiguismo, el compadrazgo y el nepotismo sólo cambiaron de apellidos, por lo demás ahí está constante y cada vez más evidente, la corrupción y la ineptitud corre en sus programas representativos.
Jóvenes construyendo el futuro y el programa de entrega de fertilizante son dos grandes ejemplos, las omisiones ahí están a la vista de todos, ni hablamos la suma de 2 aeropuertos (uno que se cancela y otro que es capricho) que nos dan un total de dinero tirado.
No hay oposición (hasta el momento), hay desencanto, no hay eficiencia y menos honestidad, habrá siempre «otros datos», otros culpables y la retórica según AMLO siempre estará llena de pocas medias verdades y muchas, grandes mentiras.
La spotiza, muy pocas medias verdades y muchas grandes mentiras… Las Cosas de la Política#FrenteNacionalMX @JJDiazMachuca #video #4T #mañanera #Mexico
pic.twitter.com/8fYxFRraTr— miguel hernandez (@miguelanh) August 26, 2019
Miguel Ángel Hernández Albarrán