Con un final desconcertante, este filme ambientado en Zambia revela a través de la historia de una niña que es acusada de ser bruja, cómo las tradiciones locales influyen de manera directa en el desarrollo de las personas. La primera escena resulta un tanto cómica pues la policía tiene que escuchar historias descabelladas de los lugareños.
Desde varias perspectivas, uno puede encontrar alusiones a obras históricas como las de George Orwell y teorías sociales sobre el comportamiento antropológico en las sociedades africanas. La congregación de brujas juega un rol especial en la narrativa y del cual el género femenino desarrollará una crítica por su trato.
Más allá de que la historia esté desarrollada en Zambia, las metáforas son válidas para cualquier sociedad. ¿Cómo es que la idiosincrasia de los pueblos asigna roles de manera arbitraria a las personas? ¿Cómo es que las sociedades sin educación son pasivas ante creencias que para el mundo sofisticado de las sociedades posmodernas son risibles?
En un principio la historia no parecía atractiva, hasta que el personaje empieza, a partir de su inocencia y timidez a padecer emocionalmente las creencias de un pueblo pre moderno. Las ironías a partir de la invasión de la cultura accidental, como la música llegan a ser chuscas en momentos contradictoriamente tristes. Es una buena opción, que dura en la Cineteca Nacional hasta el jueves 21 de junio de 2018 y se pueden consultar las funciones en www.cinetecanacional.net
Hasta el 21 de junio de 2018.
Director: Rungano Nyoni. Guión: Rungano Nyoni. David Gallego. Productor: Juliette Grandmont y Emily Morgan. Una producción del Reino Unido, 2017.
dlpoder team