De nuevo la UNAM en el ojo del huracán
Nuevamente nuestra máxima Casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) esté en el ojo del huracán. Y para no variar, se debe a hechos con violencia que se suscitaron dentro del campus Universitario en Ciudad Universitaria.
Los videos mostraron a un grupo de personas denominados “porros” que llegaron a agredir a jóvenes estudiantes del CCH Atzcapotzalco quienes realizaban una manifestación por problemas al interior de su escuela. La información y videos son muy claros, inclusive se puede identificar claramente quienes son parte de los agresores y la saña con que lesionaron a quienes se manifestaban pacíficamente.
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Pero como siempre que sucede algún hecho delictivo dentro de CU, nada sucede y nada se hace para que quienes los llevan a cabo se les apliquen las leyes. Sin importar si lesionan, violan o asesinan a alguien. O si se dedican a tener secuestradas las instalaciones como el Auditorio Justo Sierra, y más aún, si el narcotráfico es su modus vivendi.
Y en esta ocasión no ha sido la excepción, insisto, a pesar de haber innumerables fotos, videos, e inclusive claros señalamientos en redes sociales. Estos “porros” han sido identificados por nombre y hasta su dirección, pero no han sido detenidos.
El Rector de la UNAM, Enrique Graue, anunció que serán expulsados 18 alumnos por estar involucrados. La normativa universitaria se cumple, pero las leyes siguen sin aplicarse para que quienes cometen hechos delictivos en la UNAM, sean consignados y sentenciados.
Cuando un reclamo justificado comienza a desvirtuarse
Pero más allá de esta violencia, ahora surge un movimiento al interior de la UNAM, que entre otras cosas está pidiendo la destitución del actual Rector. Como si lo sucedido hace unos días fuera el detonante para hacerlo, o la excusa para aprovechar el momento. Por ello pregunto si esta petición es ¿casualidad o causalidad?
Ahora surge un movimiento al interior de la UNAM, que entre otras cosas está pidiendo la destitución del actual Rector.»
Lo pregunto porque llama mucho la atención como está organizado y orquestado. Surge realizar una asamblea interuniversitaria, y rápidamente tienen una reunión cuya sede que originalmente fue el auditorio Ho Chi Min, en la Facultad de Economía en CU; y por ser insuficiente el espacio, decidieron trasladarse al Auditorio Alfonso Caso en el Posgrado de Arquitectura en CU.
A dicha Asamblea asistieron representantes de las distintas asambleas de preparatorias, CCHs, facultades de la UNAM y FES. Siendo necesario para su ingreso, mostrar la credencial de la UNAM, aunque permitieron el ingreso de algunas organizaciones y estudiantes invitados, e inclusive asistió un grupo del IPN.
Pero, lo que no permitieron fue el acceso a los medios de comunicación, “Les vamos a pedir de la manera más atenta y respetuosa que se retiren”, fue el mensaje de los alumnos a los periodistas. Sin explicar el porqué»
Que dispuso la «Asamblea Interuniversitaria»
Tras 17 horas de trabajos, acordaron primero definir 7 ejes de discusión para lo que será su pliego final.
1.- Demandas respecto a los hechos del pasado 3 de septiembre. Los universitarios acordaron en este primer punto exigir el esclarecimiento y castigo a los culpables intelectuales y materiales del ataque porril ocurrido en Rectoría. Analizarán que se dé un plazo de 7 días para esclarecer los hechos. También analizarán exigir la destitución del actual rector, Enrique Graue, sin que pueda reelegirse y que se destituya además a Teófilo Licona, coordinador de seguridad de la UNAM.
Los universitarios plantean que la Máxima Casa de Estudios haga públicos los videos de las cámaras de seguridad correspondientes al día del ataque. También incluyen en este punto el cumplimiento de las demandas de los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades Atzcapotzalco: Democratización de las Universidades y Comunidades universitarias.
2.- Este punto lo titulan Democratización de las Universidades. Que las designaciones de directores, rectores y personal administrativo de confianza se realicen por votación.
3.- Comunidades Universitarias. Aquí los estudiantes incluyeron analizar la demanda de una reforma a la Ley Orgánica de la Universidad y que todos los planteles tengan servicios médicos, así como transportes seguros y subsidiados.
4.- Violencia de género y contra la mujer. Que la UNAM garantice espacios seguros para su vida académica.
5.- Seguridad y grupos porriles. En este punto incluyen demandas como garantizar la seguridad de quienes denuncien situaciones de violencia y analizan solicitar ayuda a la Secretaría de Seguridad Pública en la garantía de la seguridad. Instalar botones de pánico, casetas de vigilancia con comunicación para pedir auxilio en caso necesario y más alumbrado.
6.- Educación pública y gratuita. Que haya más preparatorias y universidades públicas.
7.- Transparencia y rendición de cuentas por parte de la autoridad administrativa universitaria.
Analizando los mensajes de este pliego petitorio
Estos ejes que definieron, es importante analizarlos, porque de entrada existen contradicciones en su redacción. En otros puntos, no es lógico lo que piden y también porque hay “semejanza” con los propuestos por AMLO en campaña respecto a la educación.
En el 1°, es contradictorio: ¿Exigen que destituyan al rector, y que no pueda reelegirse? Si lo destituyen ¿cómo va a reelegirse? No está claro si lo que quieren es que ya no exista reelección de Rectores.
Del punto 2, respecto de las designaciones de directores, rectores y personal administrativo de confianza se realicen por votación. ¿La duda es POR VOTACIÓN DE QUIÉN? Este ha sido un eterno debate desde la Huelga del 99 que llevó a la UNAM a su peor crisis.
En el punto 5, solicitar ayuda a la Secretaría de Seguridad Pública en la garantía de la seguridad. Instalar botones de pánico, casetas de vigilancia con comunicación para pedir auxilio. Si las autoridades tanto locales como federales no intervienen dentro del campus, es por la “Autonomía”: Entonces acorde a lo que piden ¿habría que desaparecerla? Gran duda.
Finalmente el punto 6, Educación pública y gratuita. Que haya más preparatorias y Universidades públicas. Es semejante al 1° de AMLO: «1.- Vamos a fortalecer la educación pública gratuita y de calidad en todos los niveles escolares, bajo la premisa de que la educación no es un privilegio es un derecho del pueblo.» Pero ¿A la UNAM le corresponde hacer más universidades?
Lo que «casualmente» no se demanda
Sus otros puntos, no son nada nuevo, dado que no solamente la comunidad universitaria demanda que principalmente haya seguridad, que se acabe con los porros. Pero si llama la atención que no DEMANDEN que el Auditorio Justo Sierra sea desalojado de quienes lo tienen secuestrado hace muchos años.
Y según se ha comentado, son personas ajenas a la UNAM, y aunque lo fueran, ninguna instalación del campus universitario es para que haya personas viviendo en ellas. Y mucho menos como también se ha informado, tengan drogas al interior, estén extranjeros ahí viviendo y se haya convertido en un nido de malvivientes. Lo menos es la venta de pulque en su interior. Por ello pregunto a esta “Asamblea interuniversitaria”, ¿por qué eso no se incluyó en su pliego?
¿La Asamblea Interuniversitaria, representa a «toda» la comunidad universitaria?
Asimismo pregunto de dónde salió esta Asamblea, quiénes la integran, porqué, conocer sus nombres y sus identificaciones que los acrediten como estudiantes de la UNAM. Valdría también conocer su status académico, cuándo ingresaron, cómo van de sus materias, o si son alumnos regulares. Por aquello de que no vayan a resultar otros porros más.
¿Se volverá al descrédito y desprestigio que tanto le ha costado a la UNAM superar desde 1999?»
Ya hemos visto que los “líderes” de estos “movimientos estudiantiles” terminan enquistados en partidos políticos, siendo clara la intervención de líderes políticos en esas movilizaciones. Bueno esos “universitarios” hasta llegan a ser líderes en las Cámaras legislativas.
Nuestra querida UNAM ya no quiere otro «Consejo Estudiantil Universitario,» no quiere otra huelga. Está más que demostrado que estos movimientos solamente la frenan y terminan afectando no sólo a los miles de jóvenes que asisten a prepararse, sino todas y cada una de las investigaciones que los diferentes Institutos ahí realizan.
Riesgos reales para la UNAM
Y mucho menos que por empecinarse en peticiones sin base, o incumplibles lógicamente, sea excusa para llevarla de nuevo a una huelga. Una de esas «peticiones» es la renuncia del Rector, que pone en grave riesgo a la UNAM. Ya no queremos violencia, nuestro querido México no está para volver a enfrentar hechos violentos en la UNAM. Que después sea aprovechada y se generalice a otras instituciones y, peor aún, en las calles de nuestra ciudad y país.
Tengo coincidencia con estas futuras peticiones, la que se refiere a que no solamente se aclaren los hechos violentos sucedidos en días pasados. Más aún agregaría, que ya se deje de simulación en aplicar las leyes, de encubrir a los culpables y de verdad se les detenga, juzgue y sentencie.»
Pero también que se castigue a los que verdaderamente dirigen a estos porros, que obviamente, no son sus supuestos “lideres”.
Porque de otra manera nuevamente la UNAM será un botín político para controlar y mover a esos jóvenes, lo que puede llevarlos inclusive a fatales consecuencias. Porque si bien en esta última ocasión, afortunadamente sólo hubo heridos, no esperen a que haya muertos y sea lo que prenda la mecha.
Que las autoridades respectivas judicialmente, cumplan las leyes. Porque detener y soltar a presuntos delincuentes argumentando que no fueron detenidos en flagrancia, es una cínica forma de no cumplir sus obligaciones, al menos en cuanto a delincuencia e inseguridad en la UNAM, por aquello de la Autonomía.
Por el bien de la UNAM, de sus estudiantes y de todo el país, exigimos la aplicación de las leyes al interior y al exterior de ella. ¿Usted que opina querido lector? ¿Qué observa más, casualidades o causalidades?
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Carlos Aguila Franco
@CarlosAguilaFra
Periodista y analista político desde 1984, egresado de la UNAM. Experto en comunicación social y campañas políticas. Ha colaborado con medios y diarios como el Diario de los Ángeles (EEUU), ABC Radio, Ruiz-Healy Times, entre otros. Funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Conasupo, Segob, PGJDF, DDF, Gobierno del Estado de Sonora, Municipio de Tlalnepantla. Exsecretario técnico de la Comisión de Asuntos Electorales en la LVII Legislatura del Estado de México (2009 a 2012). Autor de los libros: “La realidad de los partidos políticos” (1995), “La ciudad que entró en caos” (1998), “La ciudad de México en caos y desesperanza ¿Un mentiroso a la presidencia?” (2006), “Diez años de caos y corrupción en la CDMX (2008).”
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