La llamada 4T o cuarta transformación carece de identidad propia, es un concepto que pretende amalgamar un grupo amorfo de políticos que en su mayoría vienen del mismo partido político. El cual utilizaron como trampolín y terminaron desechándolo tras haberse aprovechado de su circunstancia política momentánea, otros se adhirieron por la conveniencia del cargo y el empleo más que por la afinidad política o ideológica.
Esta mezcla “sui generis” ha ocasionado una babel política en MORENA, no hay consenso entre liderazgos los cuales actúan como pandillas camorreras. El único que tiene seguidores dogmatizados es Andrés Manuel López Obrador, él es el partido (ahora dice ser el Estado mismo), es por eso que atrajo, recibió , convenció y hasta santificó a quienes antes señaló como corruptos o miembros de la mafia del poder (fantasma personal y slogan político cuasi permanente).
Y de ahí viene su primer temor y como ejemplo tenemos el acuerdo bajo la mesa con la CNTE; el darle poder a los maestros de la coordinadora en el Congreso de la Unión lo tiene atado y sin voz o más bien bajo su yugo. Ya que esos 40 escaños otorgados al magisterio rebelde los necesita para su mayoría absoluta en la cámara de diputados y poder seguir teniendo el control del poder legislativo.
Hay temas y pendientes sin palabras, sin voz y con mucho temor, como lo son el tema de la violencia, el narcotráfico o el crimen organizado y también lo referente a proceder legalmente para procesar y encarcelar a los que ha señalado y llamado corruptos.
A la criminalidad en todo concepto le ha mandado el mensaje de la impunidad a través de su inacción en esos temas, si bien logró (aunque tardará en operar) el crear su concepto de GUARDIA NACIONAL, aún no hay claridad y más bien parece un esquema de soborno político y económico a las fuerzas armadas, con tal de tener su respaldo más allá de lo institucional y constitucional.
no hay licitaciones y se hacen compras directas, hay despidos con justificación de ahorro y se gasta el dinero en programas sociales electoreros, se arma una nueva burocracia dogmatizadora y controladora con el nombre de siervos de la nación
Tampoco hay palabras para decir la verdad y menos voz para aceptar los errores y mucha omisión para corregirlos y sobretodo para reconocer que la corrupción que pretenden acabar sigue latente, disfrazada de conceptos tan falsos como la 4T misma. Hay prisas y emergencias por eso no hay licitaciones y se hacen compras directas, hay despidos con justificación de ahorro y se gasta el dinero en programas sociales electoreros, se arma una nueva burocracia dogmatizadora y controladora con el nombre de siervos de la nación (esquema de control político electoral a través de tarjeta bancaria).
Hay sectores de la sociedad que no tienen voz o más bien dicho no se les escucha. Si quieren ejemplos ahí tienen el tema de las estancias infantiles, los enfermos de cáncer, becarios, médicos residentes, pueblos mágicos, fondo de promoción turística, sólo por mencionar algunos, más los que se acumulen con base en el estado de ánimo u ocurrencia del ejecutivo.
Como ocurrente es elaborar memorándum sin sustento legal y constitucional, hay señalamientos, acusaciones sin fundamento alguno, solo para el lucimiento político (en campaña permanente) y tal vez para justificar la ignorancia de la administración pública, esto incluye el humillar a sus colaboradores de manera pública al contradecir o desconocer sus dichos y hechos.
Los recientes acontecimientos nos dan la razón, hay pugnas internas, sumisión indigna en las cámaras y va por el Poder Judicial, aprovecha que no hay opositores ni liderazgos políticos que hagan contrapeso. Hay que reconocer que hay destellos opositores en las redes sociales, los cuales por cierto les ocupan y preocupan (tal vez porque les abollan el ego y les pegan en la soberbia), lo que sí queda muy claro es que la 4T tiene la constante de siempre estar… SIN PALABRAS, SIN VOZ Y CON TEMOR.
PD. La realidad los está haciendo quedar como ignorantes y sin dignidad o podemos decir que el Karma de la política los atropella sin piedad, tras abusar de las acusaciones y los señalamientos infundados.
Miguel Ángel Hernández Albarrán
