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Morena ama los errores del PRI

Como lo advertí en El Sol de México en diciembre del 2018, el PRI está en un proceso de fagocitación por parte de Morena. El partido de AMLO va montando su hegemonía de poder sobre los restos del esqueleto priista, tal y como ya lo había hecho con el PRD.

Hoy que el PRI se resquebraja, que no tiene un líder, es Morena el partido que se come a su base de votantes. Morena ama los errores del PRI, de una clase política aristocrática en decadencia, que baila al ritmo del olvido y que poco comprende al electorado, pues nunca trabajaron por él, ellos sólo lo heredaron.

Para la mayoría de analistas políticos, mexicanos e internacionales, es evidente que Morena abarcó el nicho de votantes del PRI en 2018. No obstante, es una práctica que AMLO, ya tenía dominada, pues lo mismo había hecho con el PRD.

Las generaciones más nuevas, quizás no alcancen a identificar cuál es el origen de Morena. Pues bien, el movimiento que se convirtió en partido, inició sobre la base estructural de las brigadas del Sol, que fue un instrumento organizativo externo que utilizó el PRD para posicionarse y llevar a Cárdenas a la jefatura de gobierno de la CDMX en 1997 y a AMLO en el año 2000.

Estas brigadas, ofrecían un ejército de personas, que no necesariamente tenían que estar afiliadas al PRD. AMLO se dio cuenta, que para poder tener el control político de ese partido, no necesitaba las siglas, necesitaba a las personas.

Por eso, en 2018 AMLO se dio cuenta que tenía que ir por las personas, y no limitarse a buscar el voto fiel a Morena. Su intención siempre fue que, una vez llegado al poder, desfragmentaría el poder del PRI, desde los cimientos. Por eso no es casualidad, que ahora con la instauración de su proyecto político, autodenominado por cuestiones de marketing como #4T, busque la reagrupación de diferentes sectores sociales a partir de la estrategia corporativista del viejo PRI.

Nacen líderes sindicalistas como Pedro Haces, se reinstala en un pedestal a Napoleón Gómez Urrutia y regresa la maestra Elba Esther Gordillo, pues Morena desea que haya sindicatos fuertes, coercitivos y leales para su proyecto a largo plazo.

El PRI, por su parte, quedó en manos de una élite aburguesada que aún no se da cuenta que sus guiños e inmovilidad frente a AMLO y Morena, los van a orillar a convertirse en un partido satélite al nuevo régimen hegemónico en construcción. Por eso, José Narro y Beatriz Pagés, grandes figuras del PRI, han abandonado un barco que ya no lleva ningún rumbo.

¿Estamos afirmando la muerte del PRI? No, el PRI está sufriendo el mismo proceso que ya padeció el PRD, es decir, que sus fuerzas estructurales sean absorbidas por Morena. EL PRI no es un partido bisagra, y ha dejado de ser importante en la discusión en las cámaras.

Pero el PRI, aún no toca fondo, tiene muchas gubernaturas por perder en los siguientes años. EL PRI es el nuevo Partido Verde, listo para hacer alianzas y mantenerse como un club de apoyo al jugador más grande.

Gus Pérez

@drgustavoadolfo

Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Santiago de Compostela. Profesor de la UNAM y la Ibero. Autor de «PAN: Liderazgo en pugna» y «PRD: ¿Ocaso o consolidación?»


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