La extinción de las abejas
La extinción de las abejas cada día se convierte en un hecho. En los últimos años, su número ha disminuido de una manera alarmante. Sus poblaciones se han visto reducidas entre 50 y 80 por ciento, esto según académicos de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM.
Muchos de los alimentos que consumimos crecen gracias a la polinización de estos insectos. Cerca del 70% de los vegetales que alimentan a la humanidad llegan a ser comestibles gracias a las abejas.
Si llegaran a extinguirse, la producción alimentaria se vería afectada de manera global a corto plazo. Además, bosques y pastizales comenzarían a morir. Hay que recordar que éstos son fuentes de oxígeno para la humanidad.
Las abejas y la estabilidad global
La estabilidad natural del planeta dependen de las abejas. Sin su labor podría desencadenarse una serie de eventos que destruirían poco a poco nuestro entorno dado el impedimento del ecosistema para adaptarse.
La estabilidad reproductiva de muchas comunidades naturales, bosques y pastizales dependen directamente de su papel; sin su labor podría desencadenarse una serie de eventos en detrimento de esos entornos. Las abejas cumplen un papel fundamental en la producción de granos, semillas y prácticamente de todos los vegetales que consumimos.
Para que las abejas puedan producir un kilogramo de miel deben visitar al menos ocho millones de plantas. El 80% de las plantas son polinizadas a través de la actividad de estos insectos, el resto ocurre por la acción del viento.
Amenazas
Las abejas están amenazadas por el cambio climático, el uso de agroquímicos y pesticidas, por un parásito llamado varroa, por las amplias extensiones de cultivos sin polinización que afectan su nutrición, y por la inadecuada capacitación de los apicultores
Para evitar que nuestras amigas las abejas sigan muriendo, es recomendable promover el cultivo de plantas locales en áreas verdes y jardines, de esta manera permitirá a los polinizadores nutrirse y resguardarse, así como seguir trabajando. Además, debemos modificar hábitos para priorizar el consumo de alimentos orgánicos.
Redacción @dlpoder
Ignacio González