«Cada quien tiene sus propios fantasmas»
Es una rase muy popular y hasta de justificación emocional. Ha sido utilizada por especialistas en los temas emocionales; de hecho, hay muchas referencias hasta en lo popular y literario, en política también hay fantasmas y los políticos tienen los suyos propios y parece ser que hasta las mismas corrientes políticas los arrastran a su presente y realidad.
Tal parece que nadie se escapa de sus fantasmas y si no sólo basta ver los que arrastra la llamada 4T y su liderazgo. Sus fantasmas evocan la revancha y la venganza, los hacen actuar de manera visceral en ocasiones y hasta temerosa en otras, se envalentonan de repente, aunque los hagan reaccionar sin razón.
Los fantasmas de su pasado inmediato los hacen buscar culpables y los encuentran en todo aquel que no se ciñe a su pensamiento totalitario.
El fantasma que más los tortura es el de la corrupción, el cual no tan sólo no los deja actuar, sino que hasta los posee a pesar de que se digan impolutos y reformadores. La corrupción los sigue y acosa a grado tal de que caen en su oscuridad de manera directa ya sea por omisión o comisión.
El fantasma de la venganza los pierde y actúan desquiciadamente, señalando, acusando, estigmatizando, actuando en consecuencia sin pensar en las consecuencias derivadas de su actuar.
Para ellos todos son culpables a pesar de haber sido actores de lo que acusan y señalan.
Tratan de cubrirse con un hábito moralista a modo, traje que les queda demasiado holgado dada su cuestionable moralidad.
Si tienen razón o justificación es comprobable y el cazar o exorcizar esos fantasmas es parte de su trabajo para establecer lo que llaman la transformación o refundación del país.
La cual es visión de un solo hombre, el cual por cierto no parece saber qué quiere realmente porque en el día a día combate con una multitud de fantasmas que pretende combatir cual, si fuera molinos de viento, a muchos los combate de palabra y habla un soliloquio que muy pocos comprenden y muchos aplauden.
El fantasma de la soberbia es compañero permanente, es una posesión que los transforma en juez y parte, en acusador y ejecutor, es quien toma las decisiones draconianas, mismo que ordena y espera sean cumplidas sus órdenes sin el más mínimo recato de equidad, justicia y respeto a lo que juró respetar o sea a la Constitución misma.
Por el contrario se erige en un ser moral más arriba de todo ciudadano y pretende borrar sus fantasmas con un disfraz de moralidad cuál traje invisible del rey desnudo.
Hay muchas razones que justifican el actuar, siempre y cuando sea las que la ley y la moral política permite, lo demás es luchar y crear fantasmas para mantener a una audiencia dogmatizada.
Audiencia que, como si estuviera en un circo romano pide sangre para satisfacer a sus fantasmas y su propia sed de revancha y venganza social, sin saber cuál es el origen real de su status, porque es más fácil culpar a la circunstancia que aceptar la propia culpabilidad.
La 4T se ha convertido en una secta política que busca combatir a sus fantasmas negando que son y han sido parte de ellos, el bautismo político que han recibido no los exime de ser parte de lo que acusan y pretenden erradicar.
Siempre estarán latentes sus orígenes y sobre todo estará a flor de piel el deseo de revancha y venganza y serán permanentemente rehenes de los fantasmas de la 4T.
Hablar de feminismo, machismo, equidad de género y del género mismo es muy difícil, la realidad de los feminicidios y la reciente y alarmante alza en la violencia en contra de las mujeres es parte del manto de impunidad que se enseñorea en México.
Victimizar o normalizar la realidad lacerante en el tema, sin actuar y sólo desdeñar, sin escuchar y solo dar respuestas de auto-victimización política, nos lleva pensar que hay muchos jueces, policías, entes sociales y políticos que simplemente, no tienen madre.
¿Y usted es #feliz y forma parte de la #Utopia según @lopezobrador_? O de plano es pesimista #neliberal?… Las Cosas de la Política#FrenteNacionalMX @JJDiazMachuca #video #4T #mañanera #Mexico pic.twitter.com/SfgbI5zHXf
— miguel hernandez (@miguelanh) August 19, 2019
Miguel Ángel Hernández Albarrán