Desde el primero de enero de este año inició el funcionamiento del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que reemplaza al Seguro Popular, pero ¿de qué va?
Beneficiarios de lo que fuera el Seguro Popular viven en la incertidumbre porque aún no saben cómo funciona el servicio del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) puesto en marcha a partir del 2020.
Usuarios afirman que a diferencia del anterior sistema, no les han notificado del cambio, ni a dónde pueden acudir exactamente para continuar sus tratamientos.
Al respecto, el director del Insabi, Juan Antonio Ferrer, explicó que a diferencia del Seguro Popular, el nuevo instituto da servicio a través de los Centros de Salud, y de ahí se canaliza a los pacientes hacia los siguientes niveles de atención en hospitales públicos.
La diferencia principal, es que el Insabi sí cubre cualquier tipo de padecimiento y sus medicamentos, mientras que el Seguro Popular se apegaba a una póliza que contemplaba decenas de enfermedades, pero era limitada (dicen).
Según explica el titular, hasta esta semana se comenzó a entregar a las entidades del país los acuerdos para adherirse al sistema del Insabi para que la Federación administre los servicios de salud, o que ellos puedan hacerlo de manera independiente, pero apegados al modelo de Salud para el Bienestar…
El @GobiernoMX sigue defendiendo las «virtudes» del nuevo #INSABI, pero en la realidad, seguimos escuchando testimonios de pacientes que están a la deriva. Como Rosa, quien debería recibir una quimioterapia cada 7 días y hasta ahora no le han dado respuesta: pic.twitter.com/vEX34VHAHO
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) January 10, 2020
En tres años se regularizará el servicio de salud
Esperan acercarse a la universalidad de los servicios de salud, para que todos los mexicanos cuenten con cobertura, ya sea por derechoabiencia o beneficiarios del Insabi, se logre, en al menos, tres años… ¿tres años?
Pese a que López Obrador indicó que el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar daría atención gratuita a las personas que acudieran a cualquier centro médico, los pacientes se quejan de que les exigen el pago de los servicios… pero para variar, desde la hospitalización, los medicamentos, así como los materiales que se necesitan para llevar a cabo curaciones son cobrados a las personas que se presentan en clínicas.
Cuando se anunció la desaparición del Seguro Popular, el mandatario prometió que lo único que se necesitaría para recibir la atención dentro del Insabi sería presentar su CURP, credencial del Inapam o algún otro documento oficial de identidad, pero no está funcionando así.
Los afectados denuncian que los cobros se hacen por medio de personas externas a los hospitales, las cuales no otorgan comprobantes oficiales, solo notas que no tienen validez oficial.
Nadie está en contra de cambiar las cosas, pero sí de que se destruya lo que ya existe sin un diagnóstico ni propuesta sólida para crear un nuevo sistema, menos sin una planeación ni estrategia adecuada que garantice una transición ordenada y que no vulnere el ejercicio de un derecho constitucional.
Los cambios deben ser graduales, pero en cuestiones de salud, la atención a las enfermedades a veces es de vida o muerte, no pueden esperar.
La crisis por la que están pasando los servicios de salud en México por la cancelación del seguro popular y el desabasto de medicamentos está poniendo en riesgo la vida de personas con enfermedades que requieren de tratamientos inmediatos.
@lopezobrador_ crees que esto es digno? Clínica Imss 220 Toluca pic.twitter.com/VBDgKENHiZ
— LAURA MARQUEZ (@LAURAMA70978499) January 9, 2020
INSABI no atiende a tercer nivel
Sin embargo, luego de una serie de reclamos de usuarios de los servicios de salud que acusan que a partir del 1 de enero aumentaron las cuotas, la dependencia precisa que sólo atiende gratuitamente a pacientes de hospitales de primer y segundo nivel.
Es decir, en centros de salud, Centros de Salud con Servicios Ampliados (CESSA), unidades médicas de IMSS Bienestar, Unidades de Especialidades Médicas (Unemes) y en hospitales generales, rurales y comunitarios.
El tercer nivel (Institutos Nacionales de Salud y hospitales federales), que atiende padecimientos de alta complejidad diagnóstica y de tratamiento, por ley, tiene que cobrar cuotas de recuperación, las cuales rechazó que hayan incrementado.
Como todo en la Cuatroté, está hecho a prueba y error, expertos afirman que Insabi tardará hasta seis meses en establecer reglas correctas de operación… ¡¿seis meses?!
Con la salud no se puede jugar, por algo está en la Constitución y fue una promesa de campaña, ¿hasta cuándo van a proceder con congruencia y correctamente? ¿Hasta que alguien fallezca por la incompetencia del Gobierno?… Al tiempo.
Aletia Molina
Periodista, egresada de la UNAM.
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