Iniciamos el 2020 y la realidad nos sigue atropellando, tras los abrazos, los buenos deseos y la lista de buenos propósitos, nuestra realidad se torna gris y preocupante con el tema de la salud, la escasez de medicamentos y la falta de atención a niños con cáncer.
Claro para el gobierno federal todo tiene la justificación del pasado y la presunción de corrupción.
A la #4T se le ponchó la llanta, cuando lo más relevante es eso, estamos… Las Cosas de la Política#FrenteNacionalMX @JJDiazMachuca #video #México #Tendencias @dlpoder pic.twitter.com/zLghaNOpq2
— miguel hernandez (@miguelanh) January 13, 2020
Desaparecer el Seguro Popular de tajo y echar a andar el INSABI bajo la sombra de la opacidad y la falta de conocimiento del esquema y en la mera ocurrencia; pudo, pone y pondrá en riesgo la salud y la vida de millones de mexicanos, aunque la excusa de la desaparición del SP sea la la bandera permanente de Andrés Manuel López Obrador.
Tal parece que para él la obsesión del combate a la corrupción va más allá y se centra en personas y en el caso del seguro popular y otras políticas públicas, el fantasma con el que pelea el Peje se llama Felipe Calderón Hinojosa.
El estado en el que se encuentra la Política nacional y el mandato presidencial podríamos resumirlo en un tuit (las benditas redes de repente se vuelven filosofía pura y verdad absoluta):
AMLO iba a ser un demócrata, pero se le ‘ponchó una llanta’…
— Jorge Triana (@JTrianaT) January 13, 2020
AMLO iba a ser un demócrata, pero se le ‘ponchó una llanta’… esto en alusión a lo que AMLO consideró lo más importante de su gira del fin de semana por el norte y con lo cual adelantó el desinterés de su reunión con los familiares de las víctimas LeBarón.
La interpretación de dicho tuit podría ser la de AMLO iba a ser un buen presidente pero el Peje le poncho la llanta, independiente de disfrazarse o dejarse adornar como mojiganga, lo relevante de muchas de sus giras son la comida, los paisajes, el trapiche y ahora las llantas.
Parafernalia populista que si bien le da resultado en su imagen, al país lo pinta como un circo y teatro a su favor, mientras el país cae en muchos rubros y está a punto de irse al carajo con todo y sus instituciones (su frase favorita y por desgracia lo único que está cumpliendo).
Resulta repetitivo volver a enumerar todos los errores, ocurrencias e imposiciones de López Obrador, él se dice paladín de la honestidad y se disfraza con el manto de la opacidad, el compadrazgo, nepotismo y amiguismo, se dice demócrata y su perfil y actuar es de dictador, se dice reformador y es un inquisidor, su sueño de la cuarta transformación resulta utópico y regresivo.
Puede ser popular y manejar el populismo a su antojo, las cosas que se complican las deja a la corta memoria del mexicano, lo suyo es ser un gran farsante, lo demás dirá que es historia, ya tiene los pretextos de su anticipado fracaso y en estos hay que tener presente «a México… Se le ponchó la llanta».
PD. Bien dicen que todos tienen el gobierno que merecen y la pregunta obligada es ¿qué haremos para corregir y cambiar nuestra realidad?, AMLO vive la suya y no es nada halagüeña para México y nosotros, hay que actuar para en el 2021 recuperar el equilibrio a través de congreso de la Unión. ¿O no?
Miguel Ángel Hernández Albarrán