Serranía ya había estado al frente del Metro CDMX en 2004
Al dar a conocer Claudia Sheinbaum quien será la directora del metro, nos hizo recordar aquella frase “Quién no conoce su historia, está condenado a repetir sus errores” .
Al designar a Florencia Serranía para ese cargo, tal parece que se le olvidó que ya lo ocupó del 2004 al 2006 con AMLO como jefe de gobierno. Además de estar ligada al “señor de las ligas”, también conocido como René Juvenal Bejarano, el de los videos recibiendo los dólares de parte del empresario Carlos Ahumada.
Importante recordar que en julio del 2018, Claudia Sheinbaum anunció la incorporación de Florencia Serranía a su equipo de Gobierno:
DESCARTÓ que fuera a repetir como directora del Metro
Ya que encabezaría un nuevo organismo encargado de planear tecnologías innovadoras en materia de movilidad. Esa declaración se le olvidó a la próxima jefa de gobierno.
En cuestión de 4 meses anunció que será directora del metro, ahora afirmando: “Florencia Serranía nos va a seguir ayudando como una especie de gerente de muchos proyectos. Va a haber una instancia, que tiene que ver con la parte de planeación y tecnologías innovadoras en el transporte”.
¿Alzheimer o exceso de cinismo?
Al anunciar su designación Sheinbaum destacó el amplio conocimiento de Serranía sobre el metro y “el amor que le tiene al transporte,” fueron parte de las razones para su elección como directora del servicio.
¿De dónde viene Florencia Serranía?
Es egresada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se desempeñó como académica en dicha escuela. Tiene un doctorado en Ciencias por la Universidad de Londres. Ocupó el cargo de directora de planificación de la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) y Directora del Servicio de Transporte Eléctrico.
Es dueña de la empresa Urban Travel Logistics. Consiguió la concesión del tren turístico Puebla-Cholula, bajo el Gobierno de Rafael Moreno Valle.
Y pregunto: ¿No habrá conflicto de intereses?
Cuando llega Florencia Serranía en el 2004, la directora del metro, suple a Javier González Garza. El famoso “güero” súper amigo de Cuauhtémoc Cárdenas, gracias a quien ha obtenido siempre sus cargos, ambos han dejado a su paso por sus cargos situaciones nada claras en el manejo de presupuestos.
Irregularidades
De acuerdo a las auditorías al presupuesto del 2002 el metro y el Sistema de Transportes Eléctricos gastaron más de 136 millones de pesos en un convenio con la SSP para vigilar permanentemente sus instalaciones. Sin embargo, no existe evidencia documental que demuestre que estos servicios se proporcionaron, según informó la Contraloría Mayor de Hacienda.
También se detectaron irregularidades en la Dirección de Construcción del Metro. Se descubrió que en uno de los contratos asignados a la empresa Viguetas y Bovedillas, para obras civiles en el distribuidor Zaragoza y por un monto de 244.9 millones de pesos, la compañía no cubrió todos los requisitos establecidos en las bases de licitación.
Este contrato fue necesario terminarlo de manera anticipada, debido al incumplimiento de la empresa. La cual no amortizó 6.8 millones de pesos que eran parte de un anticipo por 14.3 millones de pesos.
Asimismo las autoridades de construcción del Metro no contaban con ninguna documentación que comprobara procedimiento alguno para recuperar el anticipo pendiente de amortizar. La terminación anticipada del contrato fue un acto indebido. Esto es solamente parte de lo auditado y no le exigieron a Javier González Garza que lo aclarara.
En igual situación se encontró quién llegaba como Directora del Metro, Florencia Serranía, pagó a SSP por vigilancia que nunca documentaron si se hizo o no. Pero se realizaron pagos en exceso a personal por 12 millones 85 mil 600 pesos.
Actividades irregulares
Entre otras irregularidades, la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa detectó que puestos en nómina de mandos medios y altos como jefes de oficina no corresponden a las actividades que desempeñaban.
Todo esto aconteció siendo Florencia Serranía la titular de STE, y al igual que a Javier González Garza, no se le exigió que lo aclarara.
En noviembre del 2004, ya siendo directora del metro, el estado de ese transporte de acuerdo a varios análisis, efectuados en la UAM, la UNAM y el IPN coincidían en señalar una grave problemática al interior del sistema metro.
Metro de mal en peor
Atravesaba por múltiples y fuertes problemas siendo su situación preocupante y en riesgo de un colapso. Esto se debía a que su eficiencia operativa había decaído en alto grado, al igual que la calidad del servicio, que de ser un servicio de transporte con alta continuidad, eficiencia, limpieza y seguridad, pasó a ser un transporte sucio, maloliente y tardado.
Entre las fallas operativas de relevancia en las que se encontraba inmerso el metro según los especialistas destacaban 10:
- La INSEGURIDAD.
- Frecuentes paros, enfrenones y suspensiones de servicio.
- Suciedad y basura en vagones, estaciones, corredores y accesos, goteras, escurrimientos y humedad en gran parte del sistema.
- Un sistema de escaleras eléctricas que no funciona o con frecuencia falla.
- Invasión de ambulantes, cantantes y pordioseros.
- Un sistema de vigilancia que no funciona, sólo extorsiona.
- Sistema de audio y comunicación que no sirve o se oye mal.
- Alumbrado interno en vagones incompleto o fundido.
- Ventilación que no funciona, no se pone a funcionar, o incompleta.
- Grafiteado de más del 95% de los vidrios de los vagones.
Los analistas encontraron que los problemas básicos estaban en su Administración del sistema. La estructura financiera estaba a un paso de la quiebra, no había la inversión que se requería. La administración del metro era caótica y con falta de visión y desde fuera sólo se observaba la punta del iceberg que denotaba el pésimo manejo al interior.
Los problemas se presentaban como situaciones urgentes de ser atendidas, pero la autoridad ponía de pretexto que le redujeron el presupuesto y por eso no atendía esas necesidades del sistema.
¿Sería acaso porque AMLO como jefe de gobierno le hubiera quitado al metro 900 millones en el 2003 y 750 millones en el 2004 para hacer puentes?
Fallas a la vista
En el 2005, este transporte fue descuidado en forma tal, que por falta de mantenimiento eran cada vez más frecuentes las fallas, que argumentan fueron ocasionadas por errores humanos, para no reconocer que habían sido porque no se daba el mantenimiento que el equipo requería.
Esto cada día aumentaba y se convertía en un grave riesgo para los usuarios, sin que los funcionarios del metro, ni el secretario de Transporte y mucho menos López Obrador, tomaran cartas en el asunto.
Destacando que cada falla o accidente en el metro perjudica al usuario que se queda sin su medio de transporte. Las suspensiones del servicio han ido desde 20 minutos hasta más de 8 horas y aunque enviaban autobuses, no eran suficientes y llegaban mucho tiempo después de que se presenta el problema.
Ante lo cual su directora afirmaba que los incidentes en el Metro no ponían en riesgo la seguridad del usuario. Algunas tiene que ver con retrasos en las puertas, percances cotidianos y sólo 6 con fallas en los sistemas de rodantes.
En fin las dudas saltan, a Florencia Serranía ¿la impuso René Bejarano, como lo hizo en el 2004?
¿Con sus antecedentes en el cargo, porqué la vuelvan a nombrar?
¿Por qué en julio Claudia Sheimbaum afirmó que no sería la directora del metro y en noviembre la designa?
¿Será Casualidad o Causalidad?
Usted que piensa estimado lector.
Carlos Aguila Franco
@CarlosAguilaFra
Periodista y analista político desde 1984, egresado de la UNAM. Experto en comunicación social y campañas políticas. Ha colaborado con medios y diarios como el Diario de los Ángeles (EEUU), ABC Radio, Ruiz-Healy Times, entre otros. Funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Conasupo, Segob, PGJDF, DDF, Gobierno del Estado de Sonora, Municipio de Tlalnepantla. Exsecretario técnico de la Comisión de Asuntos Electorales en la LVII Legislatura del Estado de México (2009 a 2012). Autor de los libros: “La realidad de los partidos políticos” (1995), “La ciudad que entró en caos” (1998), “La ciudad de México en caos y desesperanza ¿Un mentiroso a la presidencia?” (2006), “Diez años de caos y corrupción en la CDMX (2008).”
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