Alguien miente alguien transgrede la ley o todos mienten y todos la transgreden. Estamos inmersos en un debate de buenos y malos, de chismes y difamaciones, de perversidades, de medias verdades y muchas mentiras, lo peor es que la impunidad parece ser la garante de todas las acciones.
Hay políticos mitómanos y mitómanos políticos. Lo grave es que los hay sociópatas y no nada más políticos sino ciudadanos que hacen caso a los políticos que los engañan en demasía y por mucho tiempo.
El mitómano repite una mentira (lo que él dice es su verdad) hasta que hace que la sociedad, o la gran mayoría al menos, le crea. Sobre todo cuando oferta rebelión e impunidad al transgredir las leyes con lo que muchos se convierten en sociópatas funcionales a conveniencia.
El político o el ciudadano mitómano encuentra tierra fértil en el mal hacer de gobernar, para él todos son corruptos
El político o el ciudadano mitómano encuentra tierra fértil en el mal hacer de gobernar y por ende del gobierno, para él todos son corruptos, represores y opresores y cada quien agarra su escala de medida basada en lo que creen es una realidad (la más de las veces lo es, aunque magnificada).
Si bien la corrupción es real, la mezcla de un político y gobernante que conjuga la mitomanía y la sociopatía es un ente peligroso que puede llevar al desastre a una nación y a la población en su conjunto.
El sociópata funcional le cree al mitómano que les ofrece impunidad en la revancha y la venganza política y social que una gran mayoría trae a flor de piel, ahí es donde el mitómano-sociópata encuentra su campo fértil (y hay muchos).
Aprovechan esa circunstancia para montarse en la ola de las vendetas y para hacerlo se vuelven sumisos a quien detenta el poder. Sobre todo si éste se encuentra en la misma circunstancia aunque el empoderamiento lo haya encontrado bajo la explotación de las mentiras como medias verdades.
Sí hay y hubo abuso, sí hay y habrá injusticias, sí hay y seguirá habiendo transgresores de la ley. Pero esas circunstancias no se arreglan con mañaneras y mentiras, menos con evadir responsabilidades o polarizando a la sociedad.
estás conmigo o contra mí
México no merece estar en la medición de buenos y malos, de estás conmigo o contra mí, o de plano ante la disyuntiva de pasar a ser parte de estar en las manos, o la decisión de lo que queremos o la disyuntiva de pasar a ser definidos de estar… entre un mitómano o un sociópata.
PD. El mitomano dice, inventa y está seguro de sus mentiras, el sociopata normalmente transgrede las normas y las leyes ustedes deciden.
Miguel Ángel Hernández Albarrán