En México, diariamente mueren 20 personas en espera de un trasplante, de acuerdo con datos del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA). Además, cada 10 minutos alguien se suma a la lista de espera en busca de un órgano o tejido.
No obstante, sólo tres de cada mil personas fallecen en circunstancias que podrían dar lugar a una donación.
En 2018 se realizaron siete mil 583 trasplantes en el país, pero hay más de 21 mil 800 en espera.
La donación es el acto de dar un órgano, tejido o células de sí mismo a otra persona que lo necesita para vivir o mejorar su salud.
Si se desea ser donador se debe expresar esta decisión a la familia para, ante una potencial muerte, respetar la voluntad del fallecido y no dejar a los familiares la toma de una decisión en momentos difíciles por la pérdida humana.
Los órganos más comunes de trasplantar son el riñón, hígado, corazón, páncreas y pulmón. En tanto, los tejidos más frecuentes son las córneas, hueso, piel y tendones.
Tráfico de órganos, un mito
Berenice Reyes egresadas de la Facultad de Medicina de la UNAM y el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) desmintió algunos de los mitos más comunes que circulan en México en torno a la donación, los cuales dañan a la cultura que se desea fomentar para lograr esta acción altruista.
Uno de ellos es el tráfico de órganos, y que se pueden trasplantar con éxito en forma clandestina y sin personal calificado. “Es necesario un proceso en hospitales que requieren dos licencias especializadas, altamente equipados.
Ante un desconocimiento generalizado del programa de donación en el país se dice, por ejemplo, que los trasplantes benefician a las personas ricas y que el registro tiene costo, pero se contempla a todos por igual y el registro es gratuito.
Otro mito es que si la persona no desea donar, de todos modos le quitarán los órganos útiles al morir. Es falso, solamente el donador o su familia puede autorizar este proceso, afirmaron.
También se dice que se puede trasplantar un órgano infectado con SIDA, cuando antes de seleccionar y trasplantar se realizan rigurosas pruebas sanitarias, aclararon.
Otro error es creer que tras una donación cadavérica se entrega el cuerpo destrozado del donante y después de mucho tiempo. “Se procura entregarlo en un plazo no mayor a 12 horas y se lleva a cabo un proceso llamado ‘dignificación’ para respetarlo lo más posible”.
Si desea participar en este programa es recomendable traer siempre una tarjeta de donador y un formato oficial para manifestar el consentimiento expreso. Para mayores informes en la página:
https://www.gob.mx/cenatra/acciones-y-programas/tarjeta-de-donador