La corrupción no es un problema exclusivo del gobierno, o de los empresarios, o de ninguna clase social, es un problema cultural. Pedimos que los demás no sean corruptos, ¿pero, nosotros no lo somos?
1- Una frase común…
En el año 2015 Alejandro Gonzalez Iñarritu decía en su discurso, cuando ganó el Oscar a mejor película, que rogaba por que los mexicanos “pudiéramos encontrar y construir el gobierno que merecemos».
En los días siguientes, todos en México usaban esa frase para referirse al enorme descontento que había contra Enrique Peña Nieto. Sin embargo, si lo que Iñarritu deseaba era una mejora, creo que utilizó las palabras equivocadas, porque me pregunto: ¿qué gobierno nos merecemos?
Una frase muy común, cuando se toca el tema de la corrupción es ‘el cambio está en uno mismo’
La he visto utilizada para criticar a una sociedad que se queja del gobierno, mas es igual de corrupta; pero también he visto que hay quien piensa que la frase es una falacia. Que, aunque uno mismo cambie, si tenemos gobiernos corruptos, no se arregla nada.
2- El cambio, ¿dónde está?
Yo pienso que el cambio sí está en uno mismo y mi argumento principal es que la mayoría somos muy corruptos en este país. Unos más, otros menos. Creo que existe gente muy buena y honesta, pero son minoría.
No quiero decir con esto que no tenemos remedio ni que somos un pueblo malo, no. Hay muchas cosas buenas en México, pero creo que la mayoría de nosotros somos egoístas. Pensamos primero en nosotros, y después, en nosotros. No nos preocupamos por los demás, fuera de la ayuda que otorgamos en las tragedias, cuando nos sentimos unidos.
Algunos años atrás fui suplente de funcionario de casilla en las elecciones presidenciales. El día de las elecciones tuve que llegar temprano, antes de que abrieran la casilla. Una vez que me dijeron que no faltó nadie y que ya no era necesaria mi participación, me formé en la fila para pasar a votar.
Minutos después ya había una fila larga detrás de mí, y cuando llegaba alguien que me conocía, me pedían que los dejara pasar para no tardarse tanto. Me di cuenta que vivimos en un país donde solo queremos cambiar a los demás, pero no a nosotros.
A nadie le importa meterse a la fila, pero ¡que los partidos políticos no hagan trampa! Y obviamente dirán, «qué tanto mal haces metiéndote a la fila comparado con lo que hacen los políticos». Siempre creemos que el mal que hacemos es mínimo comparado con el que hacen otros, pero es ahí donde está el problema.
3- El menos peor
Siempre nos comparamos con el que hace más mal y no con el que hace más bien. Los políticos rateros siempre se van a justificar diciendo ‘si no lo hago yo alguien más lo va a hacer’, o ‘sí robo, pero por lo menos no tanto como otros’.
Ese mismo día de las elecciones en el Oxxo te regalaban un café si mostrabas tu dedo pintado. Me enfadó mucho ver en facebook que una persona publicara su orgullo de haber ido a dos Oxxos diferentes para tomar dos cafés gratis.
¿Qué se puede esperar de la gente que no tiene educación si la gente educada hace esto? Y volvemos a lo mismo, ¿qué tanto es tantito? no pidió 10 cafés en 10 Oxxos y luego los vendió, no, pero esa es la cultura del gandalla que impera en nuestra sociedad.
4- Corrupción a la vuelta de la esquina
Ejemplos hay miles. El video de 2015 donde se ve a gente en Zacatecas llenado bolsas con rosca de reyes que repartieron en un evento del gobierno. La gente arrebatando los pedazos y retirándose inmediatamente después ¿Es justificable esto?
Ni siquiera era gente pobre que no tuviera que comer, pero, aunque lo fueran, ¿por qué ibas a tomar más que el pedazo que te correspondía para que alguien más pudiera alcanzar? ¿Acaso asistió únicamente la gente más pobre de Zacatecas? Nada justifica el abuso.
Cuántos videos hemos visto de policías corruptos que utilizan su autoridad para abusar de las personas. Nadie justifica esto, pero también vemos los videos donde los policías no son los corruptos sino los ciudadanos que insultan a los policías y ofrecen ‘mordidas’ para evitar una infracción.
O sea que nos quejamos de los policías por corruptos, pero cuando nos conviene, cómo nos encanta que continúen así, ¿cierto? Me gustaría mencionar más ejemplos, porque hay muchísimos, en todos los niveles sociales y con todo tipo de corrupción. Desde el que roba, hasta quien utiliza sus influencias para lograr algo. Incluso quien no paga impuestos, pero se queja de las calles deterioradas.
Todos tienen una excusa para su corrupción y todos se quejan de la corrupción del otro. Creemos que si quien nos gobierna es honesto, mágicamente nosotros también vamos a serlo, y no pensamos en el inmenso trabajo que tienen los gobernantes cuando quieren hacer las cosas bien: tienen que cambiar a la gente.
5- ¿El problema de dónde viene?
Entonces, si lo cambiáramos al gobierno que tenemos, ¿a quién pondríamos? «A alguien honesto» sería la respuesta. Sí, pero ¿a quién? Supongamos que encontramos a ese alguien honesto, que va a ser justo, que no va a robar. Y cuando obligue a todos a pagar impuestos, que sería lo justo, nos vamos a quejar de que no ganamos mucho; porque ¿quién quiere darle 30% de sus ganancias a alguien más?
Cuando se elimine a policías corruptos y nos pongan una multa por no llevar puesto el cinturón de seguridad ¿preferiremos a los policías que aceptan mordidas? ¿Por qué no empezamos a comportarnos como ciudadanos responsables?
La razón es que preferimos no hacerlo. Pero si quitamos al corrupto y el que está detrás de él también es corrupto ¿de qué sirve? El problema está en el pueblo. Nos gusta la corrupción. Tal vez ya tenemos el gobierno que nos merecemos. González Iñarritu debería haber rogado por un gobierno justo y ordenado.
La corrupción no es un problema exclusivo del gobierno, o de los empresarios, o de ninguna clase social, es un problema cultural.
La corrupción no es un problema exclusivo del gobierno, o de los empresarios, o de ninguna clase social, es un problema cultural. Mientras no cambie la cultura, no importa quien esté en el gobierno, porque va a salir de la misma cubeta en la que estamos todos.
Los comentarios realizados por las plumas invitadas en dlpoder.com reflejan perspectivas y análisis personales. DLpoder es un medio de comunicación democrático en donde todas las perspectivas aportan valor y son respetadas sin discrepancia.
