Se nos hizo pensar que en la ceremonia del grito de independencia, todo había sido austeridad. Que los derroches al fin habían sido desterrados. No fue así.
A través de la transmisión oficial se nos hizo creer que no había invitados en los salones de Palacio Nacional, que las formas y el fondo habían cambiado, que no habría convivio posterior al grito, pero el embajador de Estados Unidos nos entregó los testimonios que nos muestran lo que ahí ocurrió.
En las imágenes de televisión se observó a un solitario Presidente acompañado sólo por su esposa y la escolta con la bandera nacional para asomarse al balcón central de Palacio Nacional.
Evitaron, con todo dolo, mostrar que junto a la pared donde se encuentran los balcones, estaban los invitados, igualitito de lo que se había criticado de administraciones anteriores y que no ocurriría.
Abajo en el patio los invitados, el glamour, las esposas y parejas, el convivio. Afuera el pueblo, adentro los fifís de la #4T, sí esos que también han sido reprobados por el Ejecutivo en sus mañaneras.
No se dejó a un lado el lujo en el vestuario pero se trató de que no se exhibiera en los medios de comunicación. Incluso el expresidente Fox, en redes sociales, asumió que Palacio Nacional había sido para un personaje solitario, el Presidente.
Fox también cayó en el engaño. AMLO no estaba solito.
El propio Diego Fernández de Cevallos aseguró en un noticiario de televisión que había presenciado “el mejor Grito” y aplaudió que no hubiese invitados especiales ni besamanos. Palabras más, palabras menos, confío al público que él mismo había acudido a varias ceremonias del Grito y que “nada tenía que hacer ahí”.
Fue un altísimo honor para mí acompañar a @Irma_Sandoval y @lopezobrador_ anoche en el primer grito republicano en décadas desde #PalacioNacional.
Me conmovió hasta las lágrimas recordar tantas protestas y marchas en el #Zocalo y sentir el amor del pueblo para nuestro Presidente pic.twitter.com/aoxAM0FYBQ
— John M. Ackerman (@JohnMAckerman) September 17, 2019
Pues el Jefe Diego también cayó en el engaño y ya se enteró lo que realmente sucedió.
Es lamentable el comportamiento de quién ordenó que la imágenes oficiales fueran “truqueadas” para hacer creer a los asistentes al zócalo que ellos eran los únicos y los importantes.
No hombre, adentro estaba la crema y nata, aunque los incondicionales a AMLO hoy hasta defiendan que ahí estuviera Manuel Bartlett.
Sus argumentos se agotaron y hoy critican y descalifican a quien hace público su presencia. Ya se les olvidó los calificativos que le atribuyeron al poblano acusándolo de tirar el sistema electoral e incluso de haber participado en dos crímenes, el de Carlos Loret de Mola (exgobernador de Yucatán) y Manuel Buendía (periodista), ¡vamos! aplaudían que se filtrara el asunto de la Casa Blanca de Angélica Rivera, y hoy les vale los señalamientos de enriquecimiento inexplicable de Bartlett.
Qué contradicción, un invitado extranjero, y estadounidense, nos hace notar al resto de los mexicanos, el engaño del que fuimos sujetos este 15 de septiembre.
Fue un altísimo honor para mí acompañar a @Irma_Sandoval y @lopezobrador_ anoche en el primer grito republicano en décadas desde #PalacioNacional.
Me conmovió hasta las lágrimas recordar tantas protestas y marchas en el #Zocalo y sentir el amor del pueblo para nuestro Presidente pic.twitter.com/aoxAM0FYBQ
— John M. Ackerman (@JohnMAckerman) September 17, 2019