En México, los centros educativos que no dependen del presupuesto gubernamental para su sostenimiento se les conoce como escuelas particulares o privadas, quizás la definición más precisa es que “no son de propiedad pública o estatal, sino que pertenece a particulares”.
Fundamentalmente su surgimiento se encuentra estrechamente ligado a la educación religiosa, y se remontan a más allá de dos siglos. Al establecerse el “Estado laico”, los centros escolares con estas características quedaron segmentados a poblaciones cuyos intereses se centraron en construir pertenencia a una determinada clase social, y conservar valores religiosos de generación en generación.
Actualmente, los centros escolares de sostenimiento particular o privado, representan una amalgama de diversos grupos sociales, con un amplio espectro de intereses, que van desde sentir pertenencia a una clase social, por movilidad social o profesional, expectativas de mejora en la calidad educativa, etc. Esto lleva a que el abanico de opciones en educación particular sea extenso, encontrándose escuelas laicas, religiosas, mixtas, para un solo género, con diferentes estilos pedagógicos, que transitan desde las tradicionales o conservadoras, constructivistas, Montessori, humanistas, etc., sin embargo comparten características en común, como son la enseñanza de lenguas extranjeras (inglés, francés, alemán, italiano), horarios ampliados y asignaturas o disciplinas que van más allá del curriculum oficial, en beneficios de las y los estudiantes.
En México, como efecto colateral de la pandemia, y del cierre de las escuelas por un tiempo tan prolongado, la matrícula en lo referente a las escuelas de carácter privado se vio afectada, los registros existentes en el ciclo escolar 2019-2020, justo en el inicio de la pandemia, señalaban que el porcentaje de alumnos a nivel nacional en educación básica (preescolar, primaria y secundaria),era de 11.4%, tan solo un año más tarde (ciclo escolar 2020-2021), la matrícula correspondiente a colegios particulares descendió al 9.7%, significando un duro golpe para este sector educativo, ya que representó dos condiciones complicadas. La primera de ellas es que se sucede como un efecto por la crisis de salud y económica generada por la pandemia, NO por decisión libre o voluntaria de los padres de familia. La segunda condición, y tal vez la más delicada, esa reducción de matrícula en escuelas particulares desafortunadamente no se reflejó en un fortalecimiento de los planes y programas en la escuela pública, lo cual permite interpretar que la pérdida fue de importancia tanto para la escuela particular como para la pública.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre un centro educativo de sostenimiento particular o privado, y un centro educativo público? Las diferencias van mucho más allá de hecho de que las instituciones educativas públicas, las familias no cubren un monto por concepto de colegiatura de las y los estudiantes, factor de relevante peso, ya que esta condición se observa marcadamente en aspectos como la calidad educativa, infraestructura de la institución y los recursos educativos y tecnológicos empleados en las aulas.
Muy cierto es que una institución educativa de sostenimiento particular necesariamente se ajusta a la normatividad implementada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), y se apega a los planes y programas de estudio para cumplir con la legalidad de incorporación al sistema educativo nacional. Importante también es resaltar que tiene a su vez, cierta autonomía para tomar decisiones en cuanto al tipo de servicio y oferta educativa que ofrecerá a la comunidad.
Por lo que pueden describirse algunas de las principales características que distinguen a un colegio de sostenimiento privado:
- Infraestructura. – Este aspecto es relevante pues la infraestructura que un colegio particular ofrece, permite a sus estudiantes desenvolverse en un mejor clima escolar con sus docentes y compañeros de clases. Las instalaciones reciben los cuidados y mantenimiento necesarios y constantes para ofrecer un servicio de calidad, que se refleje en el aprendizaje de los alumnos, mientras que, por el contrario, las instituciones públicas pueden requerir remodelaciones por no encontrarse a veces en precarias condiciones.
- Calidad educativa. – Hay un mayor seguimiento del desempeño de los docentes por parte del personal directivo y los coordinadores pedagógicos, lo que permite tomar las acciones necesarias para atender las necesidades de los estudiantes, con técnicas y estrategias más innovadoras, permitiendo llevar a cabo proyectos de aprendizaje más ambiciosos y significativos.
- Enseñanza centrada en las necesidades de los alumnos. – Se promueve que los docentes se centran en cada uno de los estudiantes, haciendo un seguimiento de su aprendizaje para reforzar aquellos aspectos que se les dificulta aprender, contribuyendo a que los estudiantes puedan tener un mejor rendimiento académico.
- Uso de herramientas y recursos tecnológicos innovadores. – La aplicación de la tecnología en las aulas representa una sustancial diferencia entre un colegio privado y uno público, puesto que permitirá que los alumnos puedan aprender de una forma más significativa y eficaz.
- Actividades extracurriculares. – El abanico de oportunidades abarca desde actividades deportivas, hasta artísticas, cubriendo así las habilidades, expectativas y preferencias del alumnado.
Escuelas Públicas
Las escuelas públicas muestran algunas “ventajas” sobre las escuelas privadas; por ejemplo, son accesibles a la mayoría de la población, y brindan un entorno de aprendizaje apegado a lo que marca la autoridad educativa, las familias están exentas de pagar cuotas mensuales, inscripción, y materiales.
Si bien es cierto que uno de los propósitos principales de la educación pública es proporcionar a los niños las habilidades básicas que necesitan para ser miembros productivos de la sociedad, en los últimos seis años en nuestro país, las escuelas públicas han sido utilizadas como una herramienta de adoctrinamiento por parte del gobierno, limitando las posibilidades de formar estudiantes críticos, reflexivos, que tengan la capacidad de cuestionar lo que ocurre en su entorno y su país.
Es notorio y perfectamente conocido, que las instalaciones del 90% de las escuelas públicas en el país, se encuentran en condiciones de abandono, planteles que no cuentan ni siquiera con lo más elemental y básico: agua y energía eléctrica. Mobiliario caduco y en condiciones precarias, y si se aborda el tema de la tecnología, se quedan en un rezago significativo, sumando a todo ello el que, al no contar con libros de apoyo para fortalecer los aprendizajes de los estudiantes, únicamente trabajan con los materiales que el Estado les da, y que, dicho sea de paso, en esta administración, los mal llamados libros de texto, no les aportan verdaderos aprendizajes.
Como puede apreciarse, la diferencia entre un colegio de sostenimiento particular o privado y uno público está más que clara en diversos aspectos, la presencia de los padres en la Educación de los hijos es fundamental para ayudar a que puedan consolidar los aprendizajes y por lo tanto, alcanzar el éxito académico, se requiere continuar trabajando para que esa triada conformada por estudiantes, docentes y padres de familia se retome y fortalezca, para que de manera colaborativa, se logre garantizar una mejor calidad educativa para los estudiantes, y acercarse así a cumplir con el ODS-4, de brindar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todos.

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