Cada vez falta menos tiempo para las próximas elecciones en México, la más grande de la historia hasta el momento y sin duda una de las más interesantes. Mientras las candidaturas de algunos se han extinto antes de llegar a la contienda, otros siguen en la lucha por votos que les den esperanzas de ganar. Por una parte, llamando al voto útil y por otra, manteniendo un perfil bajo, que pareciera no llamar a más adeptos sino sólo conservar los que se perciben en las encuestas.
Sin embargo, éstas elecciones cuentan con un componente nunca antes visto en las contiendas electorales de este país, al menos no de una forma tan popular entre la población como está ocurriendo en este momento. La manera en la que las personas se comunican ha cambiado drásticamente, la televisión, la radio y los medios impresos han sufrido bajas entre su público, mismo que se ha mudado a internet.
Este fenómeno es, en parte, comprendido por las personas encargadas de las campañas electorales, por lo cual llenan nuestras pantallas de inicio con fotografías o videos promocionales de menor calidad que la de muchos youtubers. Sin importar la red social e inclusive en el mismo buscador de Google, los anuncios de los candidatos a distintos cargos populares, en especial a la presidencia, inundan las pantallas de nuestros teléfonos, tablets y computadoras.
No es para sorprendernos, pues según los más recientes datos del INEGI sobre el uso de internet, el 63.9% de la población en México son usuarios de internet y no anunciar las candidaturas por éste medio sería un error. Pese a esto, las reacciones de los usuarios a dicha publicidad están lejos de ser las esperadas, pues la mayoría de los comentarios son agresivos hacia al candidato que se anuncia.
A diferencia de la publicidad de antaño, la retroalimentación es masiva y los encargados de éste sector de las campañas no saben cómo lidiar con ello. Sus anuncios se convierten en contaminación virtual que lejos de cumplir su cometido se vuelven material para memes y blanco de burla de los conocidos trolls de internet. Nosotros, como ciudadanos, tendríamos que cuestionar seriamente la utilidad de este tipo de publicidad y sobre todo su costo, pues la magnitud de sus alcances supone una inversión significativa.
David Chávez
@DavidSalvadorDL
dlpoder team