El pueblo sabio no se equivoca
El futuro titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, se ha posicionado de diferentes maneras respecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM). En primera instancia, el presidente electo proponía la cancelación definitiva de dicha obra; después, propuso dos pistas en la actual base aérea militar de Santa Lucía; posteriormente, dio paso a una probable concesión; decantando la decisión en una consulta popular.
“El pueblo sabio no se equivoca”. Lo anterior es la base argumentativa del ganador de las pasadas elecciones con relación al NAICM; sin embargo, habría que preguntarse:
¿Por qué dejar una decisión tan importante en manos del “pueblo sabio” y no en la de los expertos?, ¿por qué pensar que “el pueblo sabio” no se equivoca?, ¿por qué no apostar por la técnica?
Queda claro que el presidente electo de México se sabe camuflar. Cuando está con el sector empresarial, dice que seguirá sus consejos. Cuando está en la plaza pública, menciona la posible corrupción en los contratos del NAIM. No obstante, ni lo uno ni lo otro; será la voluntad del futuro mandatario la que prevalezca ante cualquier consulta popular u opinión empresarial –no importando nada.
Para muestra de lo anterior, se puede observar la futura construcción de Tren Maya, construcción que no está sometida ni a consulta popular ni a licitación. Dicho proyecto va porque así lo quiso el máximo líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Conviene analizar otro de los argumentos del presidente electo con relación a la cancelación o seguimiento de la obra del NAIM:
Esto es una democracia, un cambio verdadero –la cuarta transformación”
La cuestión aquí es la siguiente: ¿Cuánto va a costar cada decisión que tome el Ejecutivo? Es obvio que la consulta que se llevará a cabo entre el 25 y 28 del mes en curso, en 538 municipios, donde se instalarán mil 73 urnas, tendrá un costo; y dicha cantidad será financiada por todos los mexicanos, voten o no. La austeridad que se pregonó en campaña parece no tener sentido en la praxis.
Sin lugar a dudas, las decisiones tomadas desde un pensamiento político-electoral es uno de los grandes males que padece México. Es absurdo, por ejemplo, que primero haya asentamientos de personas en determinada zona, siendo que a posteriori llegue el gobierno a poner concreto en las calles, sin ninguna planificación de las mismas. Es decir, pensar en la recompensa electoral por parte de la ciudadanía en vez de planificar un verdadero proyecto de nación, aunque este indique una baja votación.
Por último, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, tomará una decisión a principios del mes siguiente con relación al NAICM, por lo que desde este medio se espera sea una decisión basada en la razón sin tomar en cuenta el costo político.
“El pueblo sabio no se equivoca», ¿será?
David Lorenzo Cayetano
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