Un cambio de modelo de régimen tiene grandes y radicales implicaciones que no se han comprendido ni se entendieron dentro de la propuesta que se eligió en las pasadas elecciones.
Anteriormente el modelo de gobierno alternó entre uno de “centro” y uno de “derecha”; actualmente se encuentra constituida una propuesta de “izquierda” lo que ha implicado un cambio radical de dirección, pero, no solo ello; el modelo político y económico elegido trae aparejadas implicaciones profundas en el eje central del sistema propuesto.
En la academia de gobernación de Beijín (China) dicen los especialistas que hay una tendencia a etiquetar todos los modelos. Sin embargo, ellos han desarrollado su propia economía a partir de estudiar las mejores prácticas y mezclar lo mejor de los mundos adaptándolos a sus condiciones particulares, considerando sus vocaciones productivas, demografía, geografía y sistema político o ideología.
Los cañeros antes de levantar el producto de su cosecha realizan una quema, con lo que logran una depuración previa antes de obtener el producto sembrado. La sociedad ha elegido ir por un camino o rumbo distinto, lo que implica una demolición de las formas y fondos a costos no compensados; esto significa un arduo y doloroso camino de rupturas, cambios de paradigmas, sinergias rotas, reconfiguración de la administración pública, líneas de acción y ordenamientos que serán rebasados en su textura y confección.
La realidad que se tejió durante largos periodos de tiempo llevó a prácticas que formularon la composición compleja actual, en lo social muy desequilibrada, y, como base de desarrollo llevo a la construcción de reglas y formas de conducta costosas.
La deconstrucción de estructuras desiguales y prácticas antisociales permearon en todos los extractos generando caldos de cultivo para las actuales condiciones de vida de marcadas diferencias.
Si bien es cierto las prácticas actuales generan el descontento de unos y la esperanza de otros, elamoldamiento será por demás eterno más allá del periodo de tiempo que dure la nueva reconfiguración en los procesos de gobierno y, aunque tortuoso, es un tratamiento que permitirá generar condiciones futuras de cambio, la pendiente no es de 20 o 30 grados, y aún no se determina si es incremental o lo contrario, pero el horizonte de tiempo permitirá que fermente una nueva composición que impulsará vidas distintas, el cambio, como el hambre, obligan al esfuerzo.
Es obligado comenzar por algo, y está sucediendo, el desaprender y crear nuevas reglas es más complicado que la continuidad, aun y cuando es imposible contextualizarnos en la historia pues el arribo de tecnologías en un mundo globalizado con líneas o bordes fronterizos cada vez más difuminados obliga a cualquier ser a la adaptación al entorno, pues, el ser ajeno solo garantizaría la muerte.
Hay un ecosistema donde se interactúa, en el que inmersos nos encontramos a nivel país, es imposible cerrar los ojos y esperar sobrevivir. La administración pública compleja, dinámica y, como contaste de cambios, requiere necesariamente de alimentarse de conocimiento, estudio, experiencia y experimentación, medios de contraste y reactivos ante las demandantes necesidades del microambiente conformado de ciudadanos, habitantes, poblaciones organizadas, intereses e intercambio globalizado.
La economía como componente que brinda condiciones de sobrevivencia para hacerse de los medios de vida es un factor determinante en las decisiones sobre el rumbo y el trazo que debe tomarse, pero también hay otros componentes organizados que son los mecanismos bajo los cuales se hace funcionar la maquinaria que mantiene y da movimiento al enorme conglomerado que, como un todo, condiciona la estabilidad y circunstancias del semoviente país.
Gobierno, territorio, población y sentido de pertenencia o identidad son conceptos que sumados dan fuerzas centrifugas al vertiginoso remolino que atrae los vientos de cambio, como también las hay en oposición generando condiciones que le dan fuerza o cambio de dirección al mismo.
Cada integrante del grupo de actores que influyen en las actuales circunstancias, que van desde el poblador más alejado del centro del gobierno hasta aquellas macro economías que cubren intereses particulares generan una reacción en cadena, algo así como el conocido fenómeno del efecto mariposa, solo que, en un espacio y lugar más reducido, pero con mayores efectos.
Es indudable, nos hemos sacado de nuestro espacio de confort, y esto nos implicará que generemos nuevas y creativas formas de participación social, y que quienes gobiernan también busquen elementos que les brinden las condiciones necesarias para avanzar en busca del nuevo destino. Si no hay organización y análisis, giraremos en círculos hasta el hundimiento, lo que representa que veremos acabada aquella circunstancia que nos llevó a la actualidad, pero no habrá una fortaleza que permita la construcción de nuevas formas. La organización gubernamental es un ser vivo, y más allá, es viviente. La política genera condiciones y consensos, pero la administración estudiada da los medios, formas y sistemas para que logre su eventual desarrollo y crecimiento.
¿De que trataron estas líneas? Quien sabe, ideas revueltas, igual que la administración.
Seis meses de gestación no dan luz suficiente, por el contrario, como el terreno sobre el que se desea construir, primero es necesario limpiar y cavar a profundidad dependiendo los cimientos de lo que se construirá, el problema… los cálculos, sin ellos y un excelente planteamiento, diseño y una buena prospectiva de planeación, la estructura no emergerá majestuosa. Seis meses no califican para seis años, pero dan una idea sobre lo que se hace necesario, un diseño, un sistema y elementos de calidad que garanticen perdurar en positivo.
PD: Hay unas muy buenas series en Netflix que muestran distintas descomposiciones sociales futuristas, unas utópicas, otras distópicas, disruptivas, constructivistas, etc… usted escoja.
Alfonso León de Garay Montoya
Ex funcionario estatal, local y federal; consultor asociado en temas organizacionales de alta dirección pública. Egresado del Programa de Alta Dirección de Dependencias y Entidades Públicas. Maestría en Administración Pública y Especialidad en Contrataciones de Gobierno.
Twitter: @aleondegaray
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